Abril aguas mil. Y no solo eso, bajadas de temperatura y viento...Vamos, que parece Marzo. Es acercarse el día de mi cumpleaños y el cielo se vuelve gris. Pues que sepa el encargado del cielo que me da igual, estoy por encima de todo ésto del tiempo. Lo malo es que cuando miras por la ventana desde el ordenador no paras de acordarte del buen tiempo, las terracitas, etc. Y pensando tanto me he acordado de Tarifa. Este verano me pasé por allí durante un día nada más. Estaba de vacaciones en Marbella y nos acercamos. Me encanta Tarifa, tiene algo, siempre y cuando no haga mucho viento, que la hace única. Despues de estar paseando nos sentamos a tomar una caña en la Plaza de San Hiscio, una de tantas en Tarifa. No elegimos demasiado, una mesa que se quedó libre se convirtió en la nuestra. Sin más. Y resultó ser una mesa de "El perulero" Tuvimos suerte, mucha suerte. Contaba solo con un camarero para todas las mesas, todavía recuerdo que se llamaba Cristian. Es que no podía ser más simpático y eficiente.
Estando en Tarifa estaba claro que el menú tenía que ser de pescado. Pedimos 2 raciones y 2 medias raciones para dos personas. Perfecta cantidad. Empezamos fuerte, cazón en adobo. A Ele y a mí nos encanta el cazón.
Cazón en adobo
Buenísimo. Lo mejor de las frituras de Andalucía es que todo queda bien frito, poco grasiento y crujiente. Disfrutamos de aquel cazón con una cerveza como dos niños pequeños. Bueno, igual dos niños con la cerveza no habrían tenido tantas sensaciones positivas, pero no es el tema la discusión semántica.
Lo siguiente en llegar a la mesa fue una fritura variada. Era media ración si no recuerdo mal, hace ya muchos meses y no se me ocurrió tener que guardar el ticket porque acabaría teniendo un blog donde hablar de comida, las cosas como son. Era una fritura normal, sin muchos alardes pero también me gustó mucho.
Fritura variada
Calamares, rosada, más cazón (ningún problema por ello) y algún otro pescado que no fuí capaz de identificar.
Choco. Es una de las comidas que más recuerdos me trae. Desde hace mucho años el choco me traslada automáticamente a un viaje que hice con mis padres a Benalmádena. Un día comimos en una freiduría y aquel choco en un cucurucho de papel de estraza se convirtió en todo un referente para mí.
También muy bueno. En realidad, todo estaba bueno.
Choco
La foto no hace justicia a la comida. Precisamente, lo que no me gusta es que el plato de choco sale tapado por el siguiente plato que llegó, tortillitas de camarones. Tengo que reconocer que esto fue casi una imposición por mi parte. Llevaba unos días pensando en pedirlas y aquí vino la victoria. Es otra de las cosas que vale la pena pedir para tomar en verano con una cerveza. Además, justo en ese momento, empezaron a tocar dos músicos armados con guitarra y cajón flamenco. Se arrancaron con todo un temazo de Dire Straits, "Sultans Of Swing". Igual la canción influyó en mi apasionamiento por aquel día, quién sabe. Geniales las tortillitas.
Tortillitas de camarones
Entre punteo y punteo de guitarra, fuímos comiendo. Disfrutando, diría yo. La cerveza caía efecto del calor. Acabamos tan contentos la comida que nos pedimos un café con baileys y hielo cada uno.
El total de la comida fue de 29 €. Redondeando, 15 € por cabeza. Contando con 2 bebidas por persona y los cafés. Me pareció un precio muy bueno por lo que comimos, la verdad.
Al final esto de acordarme del verano, el sol, las terrazas no se si me alegra o me deprime. Por si acaso voy a ponerme algún temazo para reforzar el lado positivo.
Se me ha venido a la cabeza una canción que me da muy buen rollo, no tanto porque sea música alegre, sino porque me gusta que haya gente que se atreva a hacer música así. La definición sería como si Amelie hubiese acabado de fiesta con Jack de Pesadilla antes de navidad. Detektivbyrån, un grupo sueco que mezcla folk y música electrónica con dosis de Yann Tiersen. Una curiosa mezcla y musicazos tremendos. En disco igual se puede hacer largo, pero geniales al fin y al cabo.
miércoles, 11 de abril de 2012
Ayer me empecé a leer un libro que llevaba mucho tiempo con ganas de cogerlo, "La conjura de los necios". Por lo que me han dicho es un libro bastante divertido, espero que así sea que ya que me va a costar un 10% más mi abono transporte por lo menos disfrute mis viajes en tren.
Tenía pendiente hacer una reseña de un bar japonés que me gusta mucho de La Latina. Hace poco volví a hacer una visita con unos cuantos amigos y aunque tengo muchas pegas que ponerle volví a comer cosas que me gustaron mucho.
OKASHI SANDA
Dentro de ese universo de bares y tabernas antiguamente castizas y hoy en día tirando a modernos la mayoría nos podemos encontrar esa excepción que confirma la regla en forma de bar japo "Okashi sanda". Es un local pequeño pero bastante original y agradable. Me gusta el mural pintado en la barra y el poster de Doraimon (por cierto, ¿era una leyenda el final de la serie de que Novita era un tetraplégico?).
El Okashi es un local atípico donde tomar unas raciones japonesas y degustar magníficos postres, que no es algo que siempre se pueda hacer en un local asiático. Tiene varias curiosidades pero para mí la principal es la ausencia de refrescos occidentales. Solo disponen de Calpis en sus variantes (una marca de refrescos japoneses). Eso no termina de gustarme. Quiero decir, está bien que ofrezcan productos nipones y los promocionen para darlos a conocer pero si alguien se quiere tomar una Coca-cola no entiendo porque no ponérsela. Pero está claro que es una decisión a respetar. Lo que me crea dudas es porque si tienen cerveza nacional además de japonesas. Y ojo, que es una de mis cervezas favoritas así que me parece genial que la tengan. Así que antes de empezar a cenar nos pedimos una ronda de tercios de Estrella Galicia y algún Calpis para probarlo. En este caso la versión láctea. Muy curioso sabor cítrico, sin gas.
Calpis y tercios de Estrella Galicia
Ya con las cartas en la mano decidimos los platos y poco a poco fueron llegando. Y el Takoyaki fue lo primero en aparecer. Se trata de una especie de buñuelos de pulpo fritos. Me gustan mucho, esponjosos y sabrosos. Además me encanta eso de comer con palillos en un bar y en mitad de La Latina, me siento todo un alternativo. La ración era de 8 bolas pero antes de comerme la última de la ración le hice una foto como premonición del idilio que íbamos a vivir en breves momentos.
Takoyaki
Entonces es cuando apareció el que para mí es el plato estrella del Okashi, las gyozas. No he probado todavía unas que me hayan gustado más. El aliño del relleno es genial y están cocinadas a la perfección. De hecho, según lo escribo estoy pensando en ir este fin de semana otra vez y pedirme una ración solo para mí.
Gyozas
Poco después llegó a la mesa el que es el preferido de mucha gente dentro del Okashi, el okonomiyaki. Se trata de una "tortilla" con muchos ingredientes y una salsa similar a la barbacoa por encima junto al katsuobushi (bonito deshidratado en lascas). Creo que se exceden un poco con la cantidad de salsa (que es la misma que llevan los Takoyaki por ejemplo). No sabría decir los ingredientes exactos pero se que lleva panceta, gambas, verduras, jengibre, calamar...A mi me gusta mucho pero entiendo que es un plato particular y que no a todo el mundo le llame la atención.
Okonomiyaki
Como cierre antes de los postre unos makis "vegetales". La frase más repetida al probarlos fue "está bueno, sabe como un sandwich vegetal con atún". De forma que aunque estaba bueno y el precio también lo era, me gustaría poder probar otros tipos de makis en el Okashi y no tener la sensación de estar comiendo un sandwich en lugar de sushi.
Maki "vegetal"
Y a partir de aquí comenzaba el festín del dulce. Bueno, he exagerado un poco pero realmente en el Okashi vale la pena dejar hueco para el postre. Compartimos entre todos 2 porciones de tarta y 2 cookies. Muy bueno todo. Una de las tartas era de queso con té y chocolate (aunque fuí el único creo, fue la que más me gustó) y la otra era de tofu con dos chocolates. Muy suaves las dos y muy buenas. Es curioso que en un japonés hagan tan buenas tartas, aunque no ha sido el único en el que me ha pasado (Banzai, por ejemplo). Y las cookies con chocolate y té también. Buenísimas. Me imagino tomar una con un nesquik y lo gozo! (nunca Colacao).
De arriba a abajo y de izq a dcha: Tarta de tofu con dos chocolates Tarta de queso con té verde y chocolate Cookies de chocolate y té verde
Bueno, la comida estuvo muy bien. Me gustó todo mucho como siempre que voy al Okashi pero hay cosas negativas que decir. Ya he comentado el tema de los refrescos que no termina de convencerme pero lo que si que no me gustó fue que no tuviesen brochetas de pollo yakitori. Según parece las han retirado de la carta o eso nos insinuó el camarero (espero que no sea cierto porque estaban buenísimas). Vale, si es así vale con tacharlo en la carta porque como un idiota estuve pensando todo el rato antes de hablar con el camarero en la pedazo brocheta que iba a tomarme. Así que con un poco de cinta aislante o un rotulador negro se tacha y así no nos hacemos ilusiones ante un plato que, ojalá no sea así, ya no está en la carta.
De precios tengo que decir que me parece muy correctos y ajustados. Las raciones no superan ninguna los 6,5 € lo que hace que una cena pueda no superar los 10 u 11 € sin problema. En nuestro caso habría que añadir que junto a los postre compartimos un par de mojitones de Sake (la especialidad de la casa en cuanto a bebida). Es un mojito hecho a base de Sake, muy suave y acompaña muy bien a las tartas. Son bastante grandes (1,4 litros) y cuestan 10 €.
Nosotros cenamos por unos 11 € por persona. Con una cerveza cada uno o calpis y mojitón con los postres para todo. El precio está muy bien. Os dejo la carta para que veáis que no engaño.
Conclusiones: tengo 3 pegas importantes para el Okashi. Aparte de las 2 ya nombradas hay que añadir que el servicio es lento y a veces olvidadizo, hay que recordarle las cosas. Nosotros ya lo sabemos y cuando vamos contamos con ello pero podría entender que una persona saliese enfadada por un mal servicio. En mi caso la comida y el precio compensan estos defectos de sobra.
El problema de poner una canción que pegase con el Okashi sanda es encontrarla. No quería poner una canción japonesa porque eso sería lo fácil, así que he optado por Circa Survive. Es un grupo en el que canta Anthony Green, el que fue cantante de Saosin. Me ha parecido una buena idea porque al igual que este bar es muy peculiar y original la voz de Green también me lo parece. Me recuerda a la de Cedric Bixler-Zavala, cantante de At the drive-in y Mars Volta.
Un gran grupo del que me gusta sobretodo el primer disco la verdad.
lunes, 9 de abril de 2012
Vuelta de vacaciones. Son palabras duras, lo sé. Y más cuando te has ido a pasar unos días de relax y disfrute a la playa. Tengo que mandar un mensaje a todos los agoreros que se rieron de mí por ir al levante, solo nos llovió el jueves después de comer y no nos afectó. Un saludo cariñoso a todos.
Mis padres compraron hace unos años un apartamento en Miramar, en la provincia de Valencia. A unos 9 km. de Gandía para ser más concretos. Es un lugar normal no tiene nada destacable pero nos gusta. A mi principalmente porque siempre que voy suelo no cortarme nada en lo que a comida y bebida se refiere.
Playa de Miramar
Este viaje también tenía un punto especial ya que era nuestra primera salida de larga duración con la fiera de la casa. Nuestra perra Dama. Llegó a casa como regalo para mi madre hace 2 meses. Es un poco escurridiza para las fotos, pero en el coche y con la ayuda de instragram conseguimos hacer algo para enseñarla.
Dama recién levantada de su siesta en el coche
Y qué se puede contar de nuestro viaje a Miramar...Pues ya he dicho que nada especial. Siempre que voy intento que la comida tenga el mayor sabor a mar que se pueda. No tiene nada que ver lo que se come en Madrid con lo que hay allí, salvo que te gastes un dinerito importante claro.
Una noche nos acercamos a tomar unas raciones al bar "Mediterráneo". Típico sitio de playa. Servilletas de papel y vino con casera o cerveza. Peeeero con un manjar digno de dioses: marisco y pescado fresco. Hay que decir que como esa noche había tres partidos de fútbol al mismo tiempo y, los tres en las distintas televisiones con que cuenta el local, estaba excesivamente lleno y ruidoso para mí gusto.
Empezamos con una ración de tellinas. Se trata de una concha alargada. Muy fina y de sabor intenso. El problema es la facilidad con que se encuentra arena en su interior, lo que la estropea evidentemente. Tuvimos suerte. En el "Mediterráneo" siempre hemos tenido suerte la verdad. Me encantan las tellinas, no puedo parar de comerlas cuando están en la mesa. En el sur se conocen como coquinas por si alguien no tiene claro de que hablo. Y que estén poco hechas por favor, como era el caso. Genial.
Tellinas
Seguimos con una parrillada de verduras. La cena no fue de muchos alardes las cosas como son. Pero todo muy bueno. Es que es otra cosa que me encanta la parrillada de verduras. Con aceite y un poco de sal.
Parrillada de verduras
Y para terminar una fritura de pescado. Es cierto que en Andalucía se manejan mejor con las frituras. De hecho tengo que reconocer que ha sido la peor fritura que nos hemos comido en el "Mediterráneo". No digo que estuviese mal, pero para mi gusto demasiado hecha y echamos en falta algunos pescaditos que otras veces si nos ponen (tal vez solo en verano, no se...) pescadilla por ejemplo.
Fritura de pescado
En fin, a pesar de alguna cosilla el precio final lo compensa todo más o menos. Salimos a 10 euros por cabeza. Los precios son asequibles: tellinas 8 €, las verduras 9 € y la fritura 16 €. Con el vino peleón de la casa y una gaseosa salimos a 10 € por cabeza (4 personas).
Y una visita a la Comunidad Valenciana no puede hacerse dejando pasar la oportunidad de comer un buen arroz. Me encanta la paella, ya sea valenciana, de marisco, etc. En esta ocasión fuimos a la arrocería "Miramar". Creo que hacen unos arroces muy buenos y por un precio bastante aceptable.
Antes del arroz tomamos un par de entrantes pero para no hacer el post interminable los pasaremos por alto aunque estaban muy bien: tellinas y sardinas. Como se puede ver las tellinas son una constante en mis días en Miramar.
Arroz. Llegaba su turno. Desde pequeño he sido un maniaco del arroz y me da igual como: en paella, salteado con verduras, en sushi...Un alimento básico y que considero que no es fácil cocinarlo bien.
Pedimos un arroz a banda. Es un arroz hecho con caldo de pescado de roca, le da un sabor fuerte. En el "Miramar" lo hacen con sepia y nada más. Unos gambones para decorar y listo. Me encanta también. Algún día tendré que poner cosas que no me gusten de los restaurantes y bares, que por cierto hay muchas.
Arroz a banda
El arroz ya servido
La comida se quedó en 17 euros por persona. Hay que decir aparte de los entrantes Ele y yo nos tomamos un tiramisú para compartir. Las tellinas y las sardinas 8 € cada ración y el arroz a 10 € cada persona. El postre en torno a las 4 euros y tomamos un vino de las bodegas Vicente Gandía. Una bodega valenciana que la verdad me gusta cada vez más. Era un Hoya de Cadenas de 2006 (Reserva Privada). Por unos 10 euros en el restaurante no está nada mal.
Así fue como intenté disfrutar de unos días de vacaciones (habría que saber si merecidas). A la vuelta mirando por la ventanilla del coche estuve pensando en que mi próximo temazo tenía que ser "Star guitar" de Chemical Brothers. Uno de mis videoclips favoritos. La verdad es que Gondry es mucho Gondry. No se puede plasmar mejor el ritmo visualmente. Es una obra de arte y no exagero. El videoclip es una disciplina un tanto maltratada y poco valorada pero cuando se hace bien, me emboba y disfruto como un enano. La canción está muy bien por supuesto, no quiero que parezca que solo me gusta el vídeo. A disfrutar y afrontar la semana con alegría.
lunes, 2 de abril de 2012
Ayer tuve un momento cercano al pánico...creí haber perdido mis cascos Sennheiser. Me acababa de comprar un móvil nuevo y quería probar como sonaba con mi maravilla de auriculares. Y mi sorpresa fue máxima al no encontrarlos. Recordé habérmelos quitado en el coche de Ele, dejarlos debajo del asiento y se obró el milagro, allí estaban. Hoy he podido recuperarlos y volver a sentirme un auténtico semi-diós. Y de tan buen humor me ha puesto que he decidido hacer un post sobre mi franquicia favorita de restaurantes italianos para celebrarlo.
TAGLIATELLA
Se trata de una franquicia de italianos de gama media podríamos decir. No tiene precios del nivel de Gino´s pero por otra parte me gusta bastante más, especialmente las pastas.
Los locales son grandes y de iluminación tenue. Es el típico lugar que parece gritar ser un sitio franquiciado, con las cosas buenas y malas que ello conlleva.
Vaya por delante que el tamaño de los platos es bastante generoso por lo que una cena en Tagliatella no permite tomar primero, segundo y postre (y el bolsillo tampoco es que lo tolere muy bien).
En este caso fuimos a una cena con bastantes amigos y Ele y yo compartimos entrante con otras dos personas (Nacho y María para más señas, un saludito!!). Optamos por picar primero una ración de pan de la casa. Es una una cesta con pan de distintos tipos y aceite para mojar. Lleva pan de aceitunas, de cebolla, de queso y normal. Es una forma barata de ir picando algo mientras llega lo importante.
Y como entrante elegimos una pizza "Al parmigiano". A parte de tomate y mozarella llevaba virutas de queso parmesano, bacon, queso talegio y albahaca. Está muy buena, las cosas como son. Masa muy fina y muy buen sabor. Y el tamaño para compartir es bueno, aunque puedes tomarte una pizza como principal si lo prefieres y quedas satisfecho también.
Pizza Al parmigiano
Como me gusta la sensación de ir dando bocados a la porción de pizza, acercarte al borde y, siempre y cuando la pizza sea buena, tomártelo con un poco de aceite picante. Altamente recomendable la masa y borde de las pizzas de Tagliatella.
En cuanto al principal nos decantamos por compartir la misma pasta que tomamos cada vez que vamos. Y tengo que decir que volvemos con cierta asiduidad. Se trata de unos Tortellone caprese (rellenos de mozarella, tomate y albahaca) y salsa Tartufo e funghi. La fórmula al pedir pasta en Tagliatella es similar al que poco a poco se impone en la mayoría de cadenas y franquicias de italianos, es decir, pasta y salsa por separado.
El resultado: cojonud*. A estas horas todavía no es conveniente abusar de palabras malsonantes, nunca sabes quién puede leer ésto. El relleno de la pasta es genial, el queso se deshace en hilos. La salsa es de setas, crema y supuestamente trufa. Digo supuestamente porque con la trufa siempre se te queda ese pensamiento de "yo creo que me la están colando". Da igual si es trufa de verdad (blanca o negra) porque está de muerte.
Totellone caprese al tartufo e funghi
Y aunque pueda parecer poca cantidad os aseguro que para cenar es más que suficiente. No acabamos con la sensación de querer explotar pero si saciados, que por la noche no hay que excederse.
Las pizzas tienen un precio que ronda los 13-14 euros y las pastas van desde los 12 a los 16 euros.
Hay que decir que encima hicimos un acto low cost al no pedir de bebida más que unas jarras de agua que por cierto no te ponen, solo te ofreceen vasos de agua, no es que me moleste pero siempre me han resultado cutres esos detalles.
De forma que con la ración de pan, la pizza para compartir entre 4 y el plato de pasta entre 2, cené por unos 12 euros. Si hubiéramos pedido una cerveza o vino estaríamos hablando de 15 o 16 euros. Por cierto, jamás pediría lambrusco o como se escriba. Siempre te lo ofrecen en este tipo de sitios y empiezo a odiarlo (vale no tanto pero...). Me resulta totalmente empalagoso. Tenemos vinos españoles de aguja mucho mejores que este vino pero me asombra como le gusta a la gente sentirse "chic" al pedir una botella de "lambrusco fresquito". Que esa es otra, lambruso suele ir acompañdo de la palabra fresquito en un 90% de los casos. Lo leí en un artículo de una revista que pillé por el trabajo y estoy totalmente de acuerdo. Voy a indignarme en algún sitio por el tema de este vino. Ahí lo dejo.
El caso es que se acerca las vacaciones en mi caso. A partir del miércoles emigro a la costa valenciana en busca de tiempo inestable y lluvias, como en todos sitios parece ser. Me da un poco de rabia porque me gusta ir a la playa y sentarme en la terraza con una cerveza y escuchar las olas de fondo y si encima lo acompañamos de algún tema de surf instrumental...subidón!!!
Esta canción me gusta escucharla en momentos de tranquilidad y me transmite muy buen rollo.
Se llama "Mother of Earth" de Langhorns, un grupo sueco que hace música de maravilla. Recomiendo totalmente una escucha de este grupo mientrás el sol te da en la cara y notas el frío de una cerveza en la mano. Como me gusta meter la cerveza en todos sitios. En fin. A disfrutar.