miércoles, 11 de abril de 2012

Ayer me empecé a leer un libro que llevaba mucho tiempo con ganas de cogerlo, "La conjura de los necios". Por lo que me han dicho es un libro bastante divertido, espero que así sea que ya que me va a costar un 10% más mi abono transporte por lo menos disfrute mis viajes en tren.
Tenía pendiente hacer una reseña de un bar japonés que me gusta mucho de La Latina. Hace poco volví a hacer una visita con unos cuantos amigos y aunque tengo muchas pegas que ponerle volví a comer cosas que me gustaron mucho.

OKASHI SANDA

Dentro de ese universo de bares y tabernas antiguamente castizas y hoy en día tirando a modernos la mayoría nos podemos encontrar esa excepción que confirma la regla en forma de bar japo "Okashi sanda". Es un local pequeño pero bastante original y agradable. Me gusta el mural pintado en la barra y el poster de Doraimon (por cierto, ¿era una leyenda el final de la serie de que Novita era un tetraplégico?).
El Okashi es un local atípico donde tomar unas raciones japonesas y degustar magníficos postres, que no es algo que siempre se pueda hacer en un local asiático. Tiene varias curiosidades pero para mí la principal es la ausencia de refrescos occidentales. Solo disponen de Calpis en sus variantes (una marca de refrescos japoneses). Eso no termina de gustarme. Quiero decir, está bien que ofrezcan productos nipones y los promocionen para darlos a conocer pero si alguien se quiere tomar una Coca-cola no entiendo porque no ponérsela. Pero está claro que es una decisión a respetar. Lo que me crea dudas es porque si tienen cerveza nacional además de japonesas. Y ojo, que es una de mis cervezas favoritas así que me parece genial que la tengan. Así que antes de empezar a cenar nos pedimos una ronda de tercios de Estrella Galicia y algún Calpis para probarlo. En este caso la versión láctea. Muy curioso sabor cítrico, sin gas.
Calpis y tercios de Estrella Galicia
Ya con las cartas en la mano decidimos los platos y poco a poco fueron llegando. Y el Takoyaki fue lo primero en aparecer. Se trata de una especie de buñuelos de pulpo fritos. Me gustan mucho, esponjosos y sabrosos. Además me encanta eso de comer con palillos en un bar y en mitad de La Latina, me siento todo un alternativo. La ración era de 8 bolas pero antes de comerme la última de la ración le hice una foto como premonición del idilio que íbamos a vivir en breves momentos.
Takoyaki
Entonces es cuando apareció el que para mí es el plato estrella del Okashi, las gyozas. No he probado todavía unas que me hayan gustado más. El aliño del relleno es genial y están cocinadas a la perfección. De hecho, según lo escribo estoy pensando en ir este fin de semana otra vez y pedirme una ración solo para mí.
Gyozas
Poco después llegó a la mesa el que es el preferido de mucha gente dentro del Okashi, el okonomiyaki. Se trata de una "tortilla" con muchos ingredientes y una salsa similar a la barbacoa por encima junto al katsuobushi (bonito deshidratado en lascas). Creo que se exceden un poco con la cantidad de salsa (que es la misma que llevan los Takoyaki por ejemplo). No sabría decir los ingredientes exactos pero se que lleva panceta, gambas, verduras, jengibre, calamar...A mi me gusta mucho pero entiendo que es un plato particular y que no a todo el mundo le llame la atención.
Okonomiyaki
Como cierre antes de los postre unos makis "vegetales". La frase más repetida al probarlos fue "está bueno, sabe como un sandwich vegetal con atún". De forma que aunque estaba bueno y el precio también lo era, me gustaría poder probar otros tipos de makis en el Okashi y no tener la sensación de estar comiendo un sandwich en lugar de sushi.
Maki "vegetal"
Y a partir de aquí comenzaba el festín del dulce. Bueno, he exagerado un poco pero realmente en el Okashi vale la pena dejar hueco para el postre. Compartimos entre todos 2 porciones de tarta y 2 cookies. Muy bueno todo. Una de las tartas era de queso con té y chocolate (aunque fuí el único creo, fue la que más me gustó) y la otra era de tofu con dos chocolates. Muy suaves las dos y muy buenas. Es curioso que en un japonés hagan tan buenas tartas, aunque no ha sido el único en el que me ha pasado (Banzai, por ejemplo). Y las cookies con chocolate y té también. Buenísimas. Me imagino tomar una con un nesquik y lo gozo! (nunca Colacao).
De arriba a abajo y de izq a dcha:
Tarta de tofu con dos chocolates
Tarta de queso con té verde y chocolate
Cookies de chocolate y té verde
Bueno, la comida estuvo muy bien. Me gustó todo mucho como siempre que voy al Okashi pero hay cosas negativas que decir. Ya he comentado el tema de los refrescos que no termina de convencerme pero lo que si que no me gustó fue que no tuviesen brochetas de pollo yakitori. Según parece las han retirado de la carta o eso nos insinuó el camarero (espero que no sea cierto porque estaban buenísimas). Vale, si es así vale con tacharlo en la carta porque como un idiota estuve pensando todo el rato antes de hablar con el camarero en la pedazo brocheta que iba a tomarme. Así que con un poco de cinta aislante o un rotulador negro se tacha y así no nos hacemos ilusiones ante un plato que, ojalá no sea así, ya no está en la carta.
De precios tengo que decir que me parece muy correctos y ajustados. Las raciones no superan ninguna los 6,5 € lo que hace que una cena pueda no superar los 10 u 11 € sin problema. En nuestro caso habría que añadir que junto a los postre compartimos un par de mojitones de Sake (la especialidad de la casa en cuanto a bebida). Es un mojito hecho a base de Sake, muy suave y acompaña muy bien a las tartas. Son bastante grandes (1,4 litros) y cuestan 10 €.
Nosotros cenamos por unos 11 € por persona. Con una cerveza cada uno o calpis y mojitón con los postres para todo. El precio está muy bien. Os dejo la carta para que veáis que no engaño.


Conclusiones: tengo 3 pegas importantes para el Okashi. Aparte de las 2 ya nombradas hay que añadir que el servicio es lento y a veces olvidadizo, hay que recordarle las cosas. Nosotros ya lo sabemos y cuando vamos contamos con ello pero podría entender que una persona saliese enfadada por un mal servicio. En mi caso la comida y el precio compensan estos defectos de sobra.
El problema de poner una canción que pegase con el Okashi sanda es encontrarla. No quería poner una canción japonesa porque eso sería lo fácil, así que he optado por Circa Survive. Es un grupo en el que canta Anthony Green, el que fue cantante de Saosin. Me ha parecido una buena idea porque al igual que este bar es muy peculiar y original la voz de Green también me lo parece. Me recuerda a la de Cedric Bixler-Zavala, cantante de At the drive-in y Mars Volta.
Un gran grupo del que me gusta sobretodo el primer disco la verdad.

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