viernes, 28 de septiembre de 2012

Empiezo a tener miedo, creo que nunca va a dejar de llover. Yo tenía entendido que el final del mundo era en Diciembre, pero no. Algo me indicaba que todo iba mal cuando anoche veía Hijos Tróspidos (ésto solo lo entenderá un círculo reducido de personas, adictas a Twitter). Así que la única solución que hay es disfrutar del tiempo que quede a tope, de momento yo ya estoy en albornoz, que hace frío en casa y no me apetece sacar el pijama de invierno.
Estamos en esos días que apetece un buen plato de cuchara: judías, cocido, etc. Y para celebrarlo voy a hacer una reseña de una comida que no pega nada con lo que acabo de decir, soy así. Ni más ni menos que la pizzeria "La Cúpula" en las Matas.

LA CÚPULA

Pues el local en cuestión es pequeñito, 4 o 5 mesas en el interior y otras 6 o 7 en la terraza. Es decir, no es un sitio al que ir por ser bonito o agradable. A "La Cúpula" se va por las pizzas, y como mucho, por las ensaladas.
Me lo descubrió Ele hace más de dos años, y creo que puedo decir que en este lugar como la pizza que más me gusta. Tienen la consistencia perfecta, cantidad de ingredientes idónea y la masa fina como papel.
Eso sí, un punto muy negativo es que los baños están fuera del restaurante y tienes que ir andando por un pasillo oscuro, que da muy mal rollo por cierto.
Es decir, que si vives por la zona, ir a recogerlas para tomarlas en casa puede ser una gran opción. En el caso contrario, ir sin tener grandes pretensiones aparte de la comida.
Posiblemente sea exagerado pero me gustan tanto que tengo que decir que en Italia no he tomado pizzas mejores que estas. Por supuesto para gustos los colores, pero mi criterio llega a esa conclusión.
Ya he comentado que el local no es muy grande, pero si que tiene un gran horno en el centro junto a la cocina. Todo queda a la vista, a mi personalmente me gusta por ver al pizzaiolo manejarse con la pala.


En esta ocasión pedimos dos pizzas para compartirlas, y elegimos las que ya se han convertido en nuestras favoritas.
Como siempre hago, una margherita para ver la calidad de la pizza sin más. Ya lo he dicho todo antes, perfecta. El tamaño está bien, no son enormes pero una por persona es una buena cantidad.

Pizza Margherita
La otra pizza en cuestión es una extremeña. Igual solo que cambiando el orégano por chorizo. Un poco picante y más sabrosa. Genial también.

Pizza extremeña
Una cosa que me gusta mucho de "La Cúpula" es que muchos de los ingredientes que usan son ecológicos. Y digo que me gusta no porque yo coma alimentos ecológicos habitualmente, pero si está bien que si vas a tomar pizza a un restaurante, se tomen la molestia de cuidar la materia prima que utilicen. No creo que se note mucho en el sabor, pero esa noche te acuestas un poco más sano (aunque solo sea en tu imaginación).
No hay mucho más que decir. Supongo que para todo aquel que no sea de Las Matas, Las Rozas o Majadahonda, le supondrá un camino demasiado largo por unas pizzas. En mi caso, tardo unos 30 minutos con el coche. Y lo hago encantado. Si os gusta la pizza mucho, adelante. En el caso de que no seas unos entusiastas...lo dejo a vuestra elección.
El precio de la cena fue de 11-12€ por persona, no recuerdo la cuenta exacta. La margherita son 8€ y la extremeña 10€. Lo pago encantado.

Llevo varias semanas escuchando mucho bandas sonoras. No se en que momento me dio por empezar con Hans Zimmer y ahí sigo. Zimmer es de esos compositores que consiguen hacer de una película mediocre algo entretenido. Si la película es buena, la convierte en obra maestra. Además el tío es humilde. En los Oscars de 2011, estaba nominado por "Origen". Pues bien, el dijo que por el bien del futuro de las bandas sonora, debía ganar Reznor por "La red social", que es otra de esas bandas sonoras que ayudan a convertir la película en una maravilla (de mis películas preferidas). Y así sucedió.
Me cuesta elegir solo un tema de Zimmer. La verdad es que el tema principal de "Amor a quemarropa" es una obra maestra, pero sería un mentiroso si no dijeses que estoy enamorado de la banda sonora de Gladiator, Sherlock Holmes o cualquiera de los Batman de Nolan. Sin embargo, el tema que más me llena de todos es de otra película. Justo por la que estuvo nominado en 2011, "Origen".
Una película construida como una matroshka rusa. Con trucos de guión como un camión de grandes, pero da igual. Me encantó en el cine y, al volver a verla en casa, me sigue gustando mucho.
El tema va in crescendo hasta tener una intensidad única. Apagad la luz y subid el volumen. "Time".




miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mientras empiezo a escribir doy los últimos sorbos de un vaso de Nesquik fresquito. Y cuento ésto porque hace poco tuve una polémica con un grupo de amigos acerca de la rivalidad Colacao-Nesquik. Para mi el vencedor es el producto extranjero, por goleada. Me gusta más el sabor y encima es mucho más comodo, sin tener que soportar los grumos (con todas las connotaciones que la palabra grumo conlleva).
A raíz de esa discusión surgieron otras como Nocilla-Nutella, etc. Estas conversaciones resultan muy estimulantes porque la gente se vuelve muy ingeniosa y siempre se pueden seguir sacando temas. Generalmente acabas hablando de bollos que tomabas de pequeño y, sin darte (casi) cuenta, al día siguiente estás en el supermercado del barrio buscando los bollicaos y los phoskitos. Regresión pura y dura, como ver una y otra vez "Regreso al futuro". 

Pues ya que escribo de comida preparada voy a aprovechar par hilar con una cena que tomé hace unas semanas en mi casa. Teníamos mono de comida japonesa así que probamos a llamar a Go!Sushing.
Lo primero es un palito, no me apañé nada bien con la web y tuvimos que acabar llamando por teléfono, cuando no era nuestra intención. Eso si, para ver los productos y saber que es lo que quieres pedir, está muy bien.
El pedido tardó unos 40 minutos en llegar y, para sorpresa, no lo trajo una persona asiática (que me da igual, pero pensaba que si lo sería, por aquello de los prejuicios). La bolsa está graciosa e incluso diría que tiene una línea bastante atractiva. Todos los complementos vienen bien empaquetados y presentados.

Todo el pedido en la mesa
Como se puede ver la cena consistió en un poco de sushi, unas gyozas y ese cubo de cartón es un arroz.
Vamos a desglosar un poco la cena y los precios para ver si vale la pena o no.
Por un tema de temperaturas empezamos con las gyozas, que costaban 4€ las cuatro unidades. Estaban buenas y la salsa para mojar también, de hecho la salsa especialmente. Y el precio, normal, 1€ la pieza. Pero no llega ni de lejos a algunas que podéis tomar en el local en Musashi u Okashi Sanda, por el mismo precio, el problema es cuando no quieres salir de casa, claro está. 

Gyozas
A partir de aquí empezamos a combinar todo lo que pedimos sin atender mucho a temperaturas ni nada, a lo loco, a tope siempre.
Empezaré por el "cartoncito". El envase contenía un arroz con setas, al precio de 7,5€. Espectacular, de verdad. Superaba con mucho a los que suelen poner en la mayoría de asiáticos. Mucho sabor pero sin caer en el saborazo a soja. Y el punto era bueno, estaba lo suficientemente suelto para no resultar un mazacote. No pensé que me fuese a gustar tanto. De hecho, el punto de suelto lo daba que fui incapaz de comerlo con los palillos, me sentí como hace 5 años cuando comencé a usarlos y en los restaurantes mi cuenco de soja rebosaba restos de comida. El precio de la ración me pareció adecuado teniendo en cuenta lo bueno que estaba.

Arroz con setas
Para terminar, unos makis. Unos de salmón con philadelfia (8 piezas) y un roll de gambas (8 piezas también). El maki de salmón cuesta 5,50€. El veredicto es que está muy bueno. A mi la combinación de salmón con queso philadelfia me encanta y creo que al sushi le va muy bien. Resulta más untuoso, para el que le guste por supuesto. La única pega que le pondría es el corte que le dan al maki. En lugar de ser recto, cortan los trozos en diagonal de forma que la caja queda muy bonita pero no da ninguna ventaja para comerlo. Prefiero que el corte sea menos espectacular y no intenten hacerme creer que hay más de lo que parece.
El rollo era de gambas con aguacate, pepino y sésamo, su precio de 6,50€. Me gustó mucho menos. Más tontón. El sabor se perdía al lado del arroz con setas y los makis, pero al que le guste el sésamo y el pepino en el sushi, adelante. Creo que el precio está bastante bien, pero en otra ocasión pediría otro. Al corte del roll, ninguna pega.
Venían ambos juntos en una bandejita. Creo que ganaría mucho de cara a la primera visual si cada uno tuviese su propio envase pero aquí prima lo económico para el negocio, lógico.

Makis de salmón y philadelfia y roll de gambas
De forma que el montante de la cena ascendió a 23,5€. 
Conclusiones: la comida está bien y la presentación es aceptable por lo que pagas. Si tienes mono de japonés puedes darte el gustazo (sin lujos). Ahora bien, el precio por cenar en tu casa de casi 12€ por persona, es elevado. No es una cena con la que salir del paso, como el típico chino de barrio. Es más para esas noches de fin de semana que te apetece cenar algo distinto y no salir de casa. Es decir, una excepción muy agradable para ese tipo de días. Pero yo por ese precio prefiero salir del piso e ir a algún sitio a tomarme unas raciones con unas cervezas. Para gustos los colores.

Para acompañar una noche en casa, con una copa tranquilo, que mejor que rock instrumental, post-rock o como lo quiera llamar el que ponga las etiquetas musicales. Aunque haya por ahí muchos grupos que considero geniales al respecto (God is an astronaut, Caspian o Mogwai) los que más me gustan son Explosions in the sky. Cuatro hombretones venidos de Austin que tienen un disco que me maravilló desde la primera escucha y sigue haciéndolo cada vez que le doy al play. Son "solo" cinco canciones de una media de 8-9 minutos. "The Earth is not a Cold Dead Place", se hace llamar el LP. Recomiendo la escucha a todo aquel que le guste descubrir música distinta y no haya oído hablar de estos grupos que he nombrado en su vida. Son canciones conceptuales que plasman exactamente aquello de lo que habla cada título. 
La única pega que se puede poner a este grupo es la mala elección de los setlist que hacen en sus conciertos, bajo mi criterio. Resultan planos y faltos de vida, cuando su música está llena de ella. Aún así, grandes.
Por cierto, en España tenemos un grupo de este estilo que tiene un nivelón impresionante también. Se llaman Toundra y ya empiezan a estar muy reconocidos fuera incluso del país. Algo más duros y directos que Explosions, pero también muy interesantes.
Ya está, aquí lo dejo. "First breath afer coma".


jueves, 6 de septiembre de 2012

Arguiñano cada vez está más joven. El otro día tuve el privilegio de poder ver un poco su programa, patillas y perilla. Estética muy de motero, estilo Sons of anarchy. Me encantaría conocerlo, irme de vinos con él, que me contara chistes día y noche. No entiendo la gente que dice de él: "no lo soporto". Pero bueno, es solo un apunte que tenía que hacer.
Debería seguir contando un poco las andanzas de mis vacaciones por Marbella. Ya os conté la primera noche, con sorbete de "mojito" incluido. Pues al día siguiente, superando una breve resaca, nos fuimos con nuestros queridos anfitriones a dar un paseo y comer en un restaurante que nos encantó.

CASA FERNANDO

Lo malo de llegar en coche conducido por otra persona yendo atrás y sin prestar atención, es que soy incapaz de dar detalles acerca de su ubicación. No me parecía ético copiar lo que encontrase en Google, así que os lo dejo a vosotros si decidís hacer una visita.
Se trata de un local muy grande, con una terraza tremendamente agradable (y de gran tamaño también). Típico lugar donde hacer una gran celebración. Comimos en la terraza, a pesar del calor imperante esos días, se estaba muy bien.
Nos dejamos aconsejar y nos limitamos a comer lo que nos recomendaron. El menú consistió en ensalada y puntillitas para compartir y arroz a banda como principal.
Por partes. La ensalada era una especia de gazpacho sin triturar, me refiero a los ingredientes claro está. Como me gusta todo lo que lleva el gazpacho, también me gustó el plato. Aceite, vinagre y sal. Nada fuera de lo común. Eso si, bien presentado.

Ensalada (gazpacho "deconstruido", así la habría llamado yo)
No quiero demostrar poco entusiasmo hacia la ensalada pero lo que vino a continuación me llenó de orgullo y satisfacción, como al rey.
Llegaron a la mesa unas puntillitas. En Madrid diríamos chopitos, pero por respeto al manjar que tomamos lo llamaré por el nombre que se le da por el sur. En fin, nada que ver con cualquiera de las que haya tomado en los últimos años. Se notaba lo frescos que estaban desde el primer mordisco. Tiernas y sabrosas (tiernos y sabrosos si los consideramos chopitos), daba la sensación de que los hubieran cogido del mar una hora antes. La fritura pues ya se sabe, siendo en Andalucía, perfecta. Y la ración era bastante generosa.

Puntillitas
Hasta el momento todo iba muy bien, faltaba el arroz. Hay que decir que soy muy exigente en este tema. Será porque me gustan mucho, porque parte de mi familia es valenciana y mis padres tienen una casa allí...
El caso es que no me conformo con cualquier cosa, es más, me revienta comer un mal arroz. Es uno de los embajadores más importantes de la gastronomía española y no creo que haya que tomarlo a la ligera. Hacer un buen arroz no es fácil, y mis prejuicios ante comer un arroz en paella fuera de la Comunidad Valenciana se desvanecieron en seguida.
Se trataba de un arroz a banda con el arroz en un punto perfecto, de sabor intenso y con trozos de pescado, langostinos y calamar. Para mi gusto, rozaba la perfección. Es cierto que en gustos cada uno puede preferir el arroz más seco, más socarrado, etc. Por eso puntualizo que esto de la perfección es siempre muy subjetivo. Pero lo que no es subjetivo es la manera de tratar el arroz, y que el plato era muy bueno.
Pedimos arroz para tres personas, pensando en compartir entre los cuatro. Recuerdo que veníamos de una salida nocturna y tampoco queríamos acabar con las existencias del restaurante hasta reventar. Bueno, aún así, la cantidad fue un poco escasa. Sin embargo, nos quedamos muy sorprendidos cuando el propio local, que también se percató de la poca cantidad, apareció con otra ración extra como disculpa. Me pareció un detalle genial, en muchos sitios ni se habrían preocupado, pero en Casa Fernando nos quisieron cebar a arroz, es un gesto que les honra. Me faltó la foto a la paellera antes de servir, para la próxima.

Arroz a banda
Ya se acercaba el final y una vez más el elegido fue el tiramisú. En este caso, con una explicación. En la carta de postres ofrecían uno llamado "Tiramisú de verano". Nos gustó la idea, no lo pensamos más. Uno para compartir puesto que la segunda ronda de arroz nos había dejado a todos en el límite.
Pues la diferencia entre este tiramisú y uno clásico estaba en que la mezcla de queso, yemas y demás estaba convertida en un helado, manteniendo una base de bizcocho empapado. Estaba bueno, pero no supera a uno de toda la vida, como el que me hacen a mí cuando me porto bien (en ocasiones cuando no, también).
Es cierto que el helado hace que un día de calor resulte apetecible pero no lo convierte en mejor, aunque fuese un postre muy rico.

Tiramisú de verano
Y hasta aquí llegó nuestra pasada por Casa Fernando. Una vez más, como casi todo lo que hago en Marbella, fui invitado. Pero vamos, que por encima pude hacer unos cálculos rápidos. Sin tomar vino, compartiendo entrantes, el precio puede rondar los 20-25€ por persona. Un buen precio por la calidad de la comida. Las puntillitas unos 12€, el postre 5€. Precios bastante normales.
Así que, como siempre, gracias a Susana y Raúl. Mientras las invitaciones proliferen, las visitas también. Me atrevo a decir que sin invitaciones tampoco haremos ascos a visitaros.

Desde el viaje, he recuperado un grupo que lo tenía medio olvidado, Zia. Se trata de el proyecto que inició el cantante de Superskunk al disolverse el grupo. Creo que es un tío con mucho talento, aunque vaya por delante que con Zia está lejos del nivel que alcanzó hace años. Pero tienen una canción que me parece sublime. Si, si, SUBLIME. Creo que la canción habla sobre una adicción, pero no creo que haya que cerrar el tema a una droga por el nombre que tenga el tema. Me gusta pensar que esa adicción puede ser cualquiera.
Después de muchas escuchas, creo que Zia tiene muchos puntos en común con Stereophonics. Tanto instrumentalmente como en lo vocal. La lástima es que no tiene videoclip, tengo que poner uno de esos cutrevideos con una foto del grupo.
Pues eso, mucha sensibilidad y talento, eso es este temazo. "Químico".