martes, 27 de noviembre de 2012

Sin darme casi cuenta he estado un mes sin escribir por aquí. Siendo sincero, si que era bastante consciente de ello. Pero he tenido una temporada algo movida últimamente. Pero ya le he puesto solución. He llegado como el frío, antes o después tenía que pasar.
Tengo que decir que estoy algo sorprendido, está circulando por la red una lista con teléfonos de famosos de todo tipo. No sé si darle un toque a Adrián el futbolista del atleti para que se ponga las pilas, que este año no termina de carburar.
Entre las muchas visitas que tengo pendientes de contar está una que nos costó mucho. Un restaurante en el que es imposible conseguir mesa últimamente, si no es con varios días de antelación. A nosotros nos hicieron un hueco hace pocas semanas llamando un viernes para ir el día siguiente (el sábado, que me veo a alguno de mis contactos echando cuentas, que son igual de imbéciles que yo). Ésto es lo que nos encontramos.

LA GASTROCROQUETERÍA de CHEMA

Es un local que está bajo el viaducto de Segovia. Es un sitio pequeño, con pocas mesas pero muy acogedor. Quizá demasiado oscuro. Es decir, apropiado para cenas de pareja principalmente.
Teníamos muchas ganas de ir porque todo el mundo daba unas referencias muy buenas para los precios que manejan. Por el nombre no hace falta explicar que uno de sus fuertes es las croqueta, en sus muchas variantes (casi infinitas allí).
Lo primero que tengo que decir que aún siendo pocas mesas, son muchas para el espacio que tienen. Entiendo que rentabilicen el espacio, pero si no hubiese tocado con otra mesa muy cercana, no habría estado a gusto. En nuestro caso, tuvimos suerte.
El personal, muy amable, nos trajo la carta acompañada de unas sugerencias sobre qué pedir. Nosotros llevábamos la idea de uno de sus menús, nos decantamos por uno de 16€ por persona. Se llama "De tapas por Madrid". El otro menú se llama "Degustación de tapas selectas" (sube a 25€, pero incluye platos de más nivel a priori).
La idea del menú es sencilla: un aperitivo y cinco tapas para mostrar un poco el concepto de cocina que manejan en la Gastro-croquetería.
Un primer detalle que no me gustó antes de llegar la comida es que no tuviesen algunos vinos que ofrecían en la carta. Especialmente con un cava Agustí Torelló, que es lo queríamos tomar. Nos ofrecieron otro que estaba bien, pero no me gustan esos detalles. No tengas una carta sin actualizar, el cliente se lleva chascos.
Y llegó a la mesa el aperitivo. Un langostino en tempura con una salsa de chile dulce. La presentación impecable (aunque no se vea bien, el recipiente simula ser un vaso de plástico arrugado), como todo lo que sirven aquí. Muy bueno, sobre todo la salsa, con un toque picante.
Es algo que quiero destacar, el gusto por el detalle de la Gastro-croquetería. Los camareros, aparte de amables, te informan en todo momento del plato que traen y cómo tomarlo.

Langostino en tempura con salsa de chile dulce
Lo siento por las fotos, pero entre la poca luz y que los móviles tienen limitaciones en interior, tuvimos algunos problemillas.
La cosa empezaba bien. Poco después llegó a la mesa una ensaladilla de la casa. Es parecida a una ensaladilla rusa de toda la vida, incorporando ahumados, "caviar" y una espuma de mayonesa. La espuma es lo que propició que el plato se desmoronase un poco, porque venía mucho mejor presentado de lo que parece en la foto. Estaba buena, aunque el punto de la patata podía haber sido algo más cocida para estar perfecta. Los ahumados hacían el plato muy sabroso.

Ensaladilla rusa de la casa
Apareció ante nosotros unos de los ganadores de la mesa. Una fondue de croquetas. Suena raro, pero es una idea muy buena. La base de la fondue es queso con un toque a curry y las croquetas son de pollo. Tomándolo por separado no dicen gran cosa, pero cuando lo juntas la cosa cambia totalmente. La indicación que nos dio el camarero fue: "romper la croqueta en trocitos y los vais mojando en la fondue". El sabor de la croqueta de pollo es muy fuerte, casi sabe a una pastilla de caldo. Cuando mojas las croquetas en la fondue y lo pruebas, entiendes todo. Pollo al curry, totalmente conseguido. Recuerda mucho, de hecho, al sabor del plato original. Una versión única y original de este plato.

Fondue de croquetas de pollo al curry
El siguiente plato nos sorprendió aún más, si cabe. Unas migas con jengibre, secreto ibérico, mango y curry picante. Una forma distinta de comer migas, con un sabor exótico y muy especiado. A mi me gustó aunque no me encantó, creo que baja un poco el nivel del menú. A Ele tampoco le sedujo del todo.

Migas con jengibre, secreto ibérico, mango y curry picante

En cambio, lo que venía a continuación nos cautivó y sorprendió a partes iguales. Nos cautivó porque está buenísimo. Nos sorprendió porque no esperas un plato así en un menú de un restaurante de tapas en Madrid. Fideuá en costra. No es la típica fideuá. Es algo distinto, la costra le da un toque jugoso y los fideos tienen mucho sabor a mar. Otro acierto.

Fideuá en costra (y con la costra descubierta)

Para cerrar el menú, no podía ser de otro modo, dos croquetas distintas.
Una era la llamada Tex Mex en la carta. De pollo con guacamole y jalapeños, empanada con nachos. Se presenta con unos nachos para acentuar un poco la idea de la croqueta. Se parecía un poco a la croqueta de la fondue, pero con un sabor más natural por decirlo de alguna manera. No me gustó que nos pusieran una croqueta de pollo si otro plato ya llevaba unas parecidas.

Croqueta Tex Mex
La otra en cambio me dejó impresionado. Una croqueta de setas sobre tomate caramelizado y parmesano.
Muy buenas, de las mejores que he tomado. Y eso que ahora en cualquier sitio te ponen unas croquetas de setas de mucho nivel. La combinación con el tomate y el queso hacía que el sabor mejorara, si es que era posible. Lo dicho, geniales.

Croquetas de setas sobre tomate caramelizado y parmesano
Aquí terminaba el menú. Suficiente cantidad para una cena. Es decir, no es necesario que pidas postre. Ahora, si la tentación te puede, adelante. En nuestro caso lo hicimos. Aquí tuvieron otro detalle que me gustó. En los postres también ofrecen croquetas, en raciones de cuatro. Nosotros que solo lo hacíamos por gula, veíamos la ración demasiado grande. Pues bien, la camarera nos dijo que nos sacaban media ración del tipo que quisiéramos(que no figura en la carta) para que las probásemos. Elegimos las de oreo, que por lo visto las iban a quitar de la carta. Estaban muy ricas, algo densas pero buenas. Lo más gracioso de todo es que no hicimos foto ninguna, supongo que el efecto del cava iba siendo evidente.
Conclusiones generales: la comida es muy buena por el precio que tiene (con el cava salimos a 26€ por persona), además tiene esos toques de cocina creativa que a mi personalmente me agradan. El servicio es estupendo y el local muy bonito. Lo peor es que juntan demasiado ciertas mesas y algún detallito como no tener todos los vinos que aparecen en la carta y no avisar previamente. Además creo que el precio de los vinos es algo alto en relación al coste de la comida.
Recomiendo la visita antes de que suban los precios, porque tiene pinta de que no van a parar de crecer. Un sitio que visitar, y más si vives cerca como es mi caso.

Mi recomendación musical va a ser algo controvertida. Seguro que de los que se metan por aquí alguno los odiará. A mi me resultan muy originales e intensos. Me gustaría mucho ver un concierto del grupo, pero por lo que veo de momento sus visitas a España no se dan con facilidad. Yo espero que acaben haciéndolo, seguro que sus concierto son igual de intensos que su música. Para quien no los conozca os dejo la canción con los que los descubrí hace un par de años. "I´m not human at all" de Sleep Party People.


lunes, 29 de octubre de 2012


Que sorpresa tan grata que me he llevado al estudiar un poco al público que se mete en mi humilde morada, me refiero al blog. Por fortuna controlo la gente que entra y sale de mi casa, de momento.
Pues el dato más significativo es que casi un 10% de las visitas provienen de Alemania y un 4% de Rusia. Así que desde aquí un saludo a todos mis fanses alemanes que seguro son muchos, no creo que acaben aquí por error. Nada de eso. Es que los lazos con el país teutón no paran de crecer gracias a la crisis. 
Este blog es un claro caso de los beneficios que han llegado con el rescate. Así que sin más dilación para mis amigos alemanes (y rusos también):

Vielen Dank an alle

Большое спасибо всем

Pasando ahora a otros temas, tengo que decir que el sitio del que quiero hablar hoy me supone un problema. Pero tiempo al tiempo. De momento vamos por el principio. Recurriendo, de nuevo,  a la promoción del tenedor nos fuímos al barrio de Huertas y cenamos en un sitio muy chic. De hecho, cenamos al lado de Eros Ramazzoti. Esa voz nasal donde las haya. Empecemos.

ME Restaurante&Lounge

Para el que no lo conozco, el ME es un hotel y restaurante muy bonito en plena plaza de Santa Ana. Un edificio muy chulo con una terraza espectacular. En nuestro caso cenamos en el restaurante que se encuentra en la primera planta.
La verdad es que la primera visual es buenísima, un sitio elegante pero sin ser pretencioso. Es decir, no pretende ser más de lo que es. Un toque neoyorquino, diría yo. Curioso porque nunca he estado allí, pero bueno, así soy yo.
Mientras nos traían la carta nos ofrecieron tomar algo de aperitivo. Pedimos una cerveza y una coca-cola. Craso error. Y cuando digo que cometimos un error, es por no decir que fue una gran cagada. Pero esto lo cuento al final. De momento nos centramos en la comida.
Teníamos una promoción del 50% (solo en platos, no en bebidas ni postres), siempre y cuando consumiésemos un primero y segundo por comensal. Sin problema. Nos apetecía todo y es porque la carta del ME es corta pero muy apetecible. Muy bien escogida, bajo mi punto de vista claro.
Nos decidimos por unos calamares y un roll de pato. 
Los calamares venían con un ali oli de yuzu (un cítrico japonés que creo ya he nombrado alguna vez). La ración era generosa y además los calamares, ojo al dato, sabían muchísimo a calamar. No se si teneis la sensación de comer chicles cuando los ponen en muchos restaurantes. Parecían chipirones, pero en cualquier caso, un sabor genial. Y el ali oli, una pasada. En serio, sin exagerar puedo decir que es una idea que deberían copiar en muchos sitios. Un sabor original y que le daba una dimensión superior al plato.

Calamares con ali oli de yuzu

El roll de pato, llamado en la carta Sushimaki de pato y batata crujiente, estaba bien. Pero bajaba el nivel del resto de la comida. La textura del pato era un poco dura para tomar en el sushi. La ración normal, el rollo venía cortado en cinco partes. Mal. Para compartir es un problema. Números pares siempre que sea una cifra pequeña por favor.

Sushimaki de pato y batata crujiente

Acompañando los primeros llegaron a la mesa los panes. Lo pongo porque realmente están muy buenos. Cinco tipos de panes distintos. Eso sí, había que compartirlos si los dos queríamos del mismo. 


Es posible que el recuerdo que tengo de los primeros platos sea algo peor de la sensación que iba teniendo al comerlos. Se debe al nivelazo de los segundos. Como con los primeros la decisión se tornaba difícil.
Ele se pidió un risotto de boletus y parmesano al aceite de trufa. La ración no era enorme, pero con los primeros se convertía en suficiente y estaba buenísimo, que es lo que cuenta. Meloso, el arroz al dente y muy sabroso. El parmesano venía en forma de galleta tostada. Muy recomendable.

Risotto de boletus y parmesano al aceite de trufa
En mi caso opté por la presa ibérica con shiso y habas de soja fresca salteadas (en la carta escriben mal shiso o eso me pareció). Para mi el ganador de la noche. Un 10. La carne era inmejorable y el acompañamiento perfecto. No le pondría ni un pero. El punto de la carne es a elección del cliente, hay que tener cuidado con las distintas sensibilidades que hay respecto a la cocción de la carne del cerdo. En mi caso, cuando es ibérico, me gusta al punto o incluso poco hecho, como era el caso.

Presa ibérica con shiso y habas de soja fresca salteadas
La verdad es que la cena había sido casi perfecta. Como era una noche un tanto especial por el lugar escogido, nos pedimos una botella de vino que iba a hacer subir la cuenta considerablemente. Todo ello sin contar con el precio de esa primera cerveza y coca-cola que habíamos pedido al principio de la cena. Aquí es donde llegó la gran sorpresa para mí. La cuenta se elevaba en unos 4 o 5 euros sobre el cálculo mental que habíamos hecho. La explicación era sencilla y vergonzosa. La caña de cerveza que había pedido, con las palabras exactas "una caña", se había traducido en 6€ en la cuenta. Me pareció un despropósito, casi un insulto a los clientes. Éramos conscientes del lugar al que habíamos ido por eso no me sorprendió lo cara que es la carta de vinos ni los 3,15€ de la coca-cola. Pero lo de la cerveza creo que es una pasada, motivo por el cual el ME se ganó mi total antipatía. 
El servicio es bueno, el local también y la comida mejor. Sin embargo, no hay que pasar por todo. Si puedo elegir no volveré a este restaurante, o por lo menos por un tiempo (tampoco mi bolsillo me permite ir sin la promoción pero es otra historia).
Sin el vino y el sablazo de los aperitivos, la cena podía haberse quedado en unos 20-22€ por persona, lo cual es algo impresionante. Sin la promoción el precio es de unos 35€. 
Conclusión: si tenéis dinero y os apetece, recomendable aunque el precio sin descuento es algo alto. Abstenerse de pedir una caña, por el precio de dos os pagáis casi la botella de vino más barato (15,50€ el vino de la casa). 

Como no me prodigo mucho con música española (y luego pasan cosas como que la gente acaba aquí desde sitios como Alemania) vamos a escuchar un poco de un grupo que ha tenido una evolución enorme desde que los empecé a escuchar. Al principio gritaban como condenados en inglés y han acabado recitando en español y a veces en catalán. En realidad, hoy en día les tengo un poco perdida la pista, me cuesta meterme en lo que hacen actualmente. Eso si, sus tres primeros discos me gustan mucho. Hablo de Standstill. No es fácil elegir una canción, precisamente por lo variado de sus planteamientos en cada disco que sale. Me voy a quedar con una canción que me parece intensa y profunda a partes iguales. Según un amigo "se han vuelto unos modernos de mierda". No sé, yo ahí no entro. "Poema nº3".


lunes, 8 de octubre de 2012

Un amigo me comentó hace poco "te pareces a Homer Simpson en el capítulo que se hace crítico gastronómico, te gusta todo". La verdad es que tiene razón, echando una visual a todos los sitios que he ido últimamente he encontrado pocos donde no me haya gustado la comida, en cambio si que me molestan detalles del local o el servicio. No sé, igual es porque siempre voy por recomendación de terceros y aciertan, aunque esos terceros sean desconocidos de internet.
Después de reflexionar un poco sobre el tema, me he dado cuenta de que el problema no soy yo. El motivo de que solo hable bien de la comida es que suelo tener suerte en las elecciones y, sobre todo, el alto nivel que hay en España en el mundo de la gastronomía.
La suerte que tenemos en este territorio es, no solo contar con muchos y buenos restaurantes, tener toda una industria que se sustenta en ello. Y gracias a toda esa infraestructura contamos con página como www.eltenedor.com que ha tenido una promoción del 50% en varios restaurantes de cierto nivel en todo Madrid (y más). Nosotros aprovechamos la ocasión para ir a dos restaurantes. Los dos en la zona de Huertas, muy cercanos entre sí. Aquí va el primero de ellos.

MEZKLUM TECH

Se trata de un restaurante muy grande, situado en la calle del Príncipe. El local cuenta con la particularidad de que tiene varias mesas sobre unas camas para ofrecer una cena original. A mi personalmente no me termina de seducir la idea, así que me alegro de que nuestra mesa fuese una de "toda la vida". Tengo mis motivos, no veo nada práctico estar semitumbado y tener que cambiar mi posición para alcanzar con los cubiertos el plato. Por otro lado, creo que para que sea cómodo, la cena tendría que basarse en platos que no requiriesen obligatoriamente los cubiertos. En fin, que creo que limita mucho mi cena ideal.
La promoción consistía en que todos los platos de la carta reducían su precio en un 50% (excepto los postres y las bebidas). Las condiciones del local eran pedir un entrante y un principal por persona (carne o pescado). Fallo, los vegetarianos no podrían aprovechar esta promoción en el Mezklum Tech, no me gustan esas cosas.
La decoración es divertida y la mezcla de tipos de mesas lo hace parecer una discoteca de película americana ambientada en Las Vegas o algo así (a mi es que me gusta mucho exagerar).
El segundo fallo del restaurante vino al pedir la bebida. Queríamos una botella del blanco de la casa, un Rueda. Bien, no tenían. En su lugar nos ofrecieron un Somontano, que resultó estar muy bueno. Pero el problema es que si no tienes un vino, no lo ofrezcas.
Acompañando al vino hizo entrada un aperitivo consistente en una crema de queso gorgonzola dulce con unas tostadas. Queso y vino, siempre queda bien. Tengo que reconocer que me gusto el queso.

Aperitivo: crema de queso gorgonzola dulce
La obligatoriedad de pedir un entrante por persona hizo que nos decidiéramos por unos rollitos orientales "surtidos" y carpaccio de buey. 
Los rollitos estaban bastante buenos, se acompañaban de una salsa de soja reducida y otra de piña. Eran caseros y se nota. En cuanto a las salsas, muy bien la de soja y bastante mal la de piña. 

Rollitos orientales
Lo de haber entrecomillado la palabra surtidos, ha sido intencionado. No se qué motivo les lleva a poner eso en la carta, son los cuatro iguales. Verduras y carne. Punto.
El carpaccio llevaba lascas de parmesano, rúcula y (por supuesto) reducción de balsámico. No se si soy el único que empieza a estar harto de que en algunos restaurantes la mitad de los platos la lleven. Han prostituido algo que era genial y novedoso. Ahora todo sabe igual, hay que saber cuando ponerlo. Dicho esto, justo en el carpaccio si que lo justifico. La ración estaba bien y la carne era de calidad. Me encanta el carpaccio para cenar, un pensamiento que lanzo al aire.

Carpaccio de buey
Los segundos llegaron en seguida. Decidimos compartir y elegimos uno de carne y otro de pescado.
La carne fue un pato confitado. Sabia elección. Venía acompañado de un chutney de mango a la canela. La combinación era tremenda y el pato estaba en su punto. La piel dorada y la carne sabrosa. Nos gustó mucho a los dos.

Pato confitado
El pescado fue un tataki de salmón. Aunque estaba bueno, para mi fue lo más flojo de la cena. El pescado estaba un pelín sabroso, bajo mi punto de vista. Además, la guarnición se me hizo sosa. Aún así, se dejaba comer. Mi duda es si realmente se podía considerar tataki, pero como no soy un grandísimo experto en la materia, no voy a meterme.

Tataki de salmón
Al final, nos terminamos todo excepto la guarnición del salmón. La verdad es que el tamaño de las raciones era bastante bueno y la idea de pedir postre escapaba totalmente de nuestras cabezas.
Las conclusiones son un poco engañosas, hay que tener en cuenta que cenamos por 32€ las dos personas, incluida botella de vino. Ese precio es escandaloso en situaciones normales. En el caso que nos ocupa, el precio sin el descuento habría sido de unos 50€ para los dos. Seguiría siendo un precio relativamente bueno, la comida me gustó y el local también. Para más inri, el servicio fue rápido y amable.
Con todo, os recomiendo que hagáis una visita al Mezklum Tech y que luego os toméis una copa a mi salud.

Con esa retrospectiva que hice al ver que mis crítica no suelen tener cosas negativas, me di cuenta de que tocaba hacer autocrítica. Todavía no había sonado en el blog uno de los grandes temazos de la historia de la música. No solo eso, cuenta con una de las mejores versiones que jamás se hayan hecho, teniendo la versión tanta personalidad como la original, siendo distintas en toda forma.
La canción en cuestión es "Hotel California" de los Eagles. No creo mucho en las teorías sobre que la temática de la canción tiene que ver con la biblia satánica, etc. Dejo a cada uno que crea lo que quiera. Yo me fío de lo que dijo el cantante "es una metáfora del mundo de las drogas". Escuchando la letra, todo cobra bastante sentido. Pero insisto, que cada uno piense lo que considere.
Uno de los mejores juegos de guitarra que he escuchado. Y ya que suenen así en directo pues es casi un insulto a todo aquel que quiere tener un grupo de música, te debes sentir un desgraciado al verlo y oírlo.


viernes, 28 de septiembre de 2012

Empiezo a tener miedo, creo que nunca va a dejar de llover. Yo tenía entendido que el final del mundo era en Diciembre, pero no. Algo me indicaba que todo iba mal cuando anoche veía Hijos Tróspidos (ésto solo lo entenderá un círculo reducido de personas, adictas a Twitter). Así que la única solución que hay es disfrutar del tiempo que quede a tope, de momento yo ya estoy en albornoz, que hace frío en casa y no me apetece sacar el pijama de invierno.
Estamos en esos días que apetece un buen plato de cuchara: judías, cocido, etc. Y para celebrarlo voy a hacer una reseña de una comida que no pega nada con lo que acabo de decir, soy así. Ni más ni menos que la pizzeria "La Cúpula" en las Matas.

LA CÚPULA

Pues el local en cuestión es pequeñito, 4 o 5 mesas en el interior y otras 6 o 7 en la terraza. Es decir, no es un sitio al que ir por ser bonito o agradable. A "La Cúpula" se va por las pizzas, y como mucho, por las ensaladas.
Me lo descubrió Ele hace más de dos años, y creo que puedo decir que en este lugar como la pizza que más me gusta. Tienen la consistencia perfecta, cantidad de ingredientes idónea y la masa fina como papel.
Eso sí, un punto muy negativo es que los baños están fuera del restaurante y tienes que ir andando por un pasillo oscuro, que da muy mal rollo por cierto.
Es decir, que si vives por la zona, ir a recogerlas para tomarlas en casa puede ser una gran opción. En el caso contrario, ir sin tener grandes pretensiones aparte de la comida.
Posiblemente sea exagerado pero me gustan tanto que tengo que decir que en Italia no he tomado pizzas mejores que estas. Por supuesto para gustos los colores, pero mi criterio llega a esa conclusión.
Ya he comentado que el local no es muy grande, pero si que tiene un gran horno en el centro junto a la cocina. Todo queda a la vista, a mi personalmente me gusta por ver al pizzaiolo manejarse con la pala.


En esta ocasión pedimos dos pizzas para compartirlas, y elegimos las que ya se han convertido en nuestras favoritas.
Como siempre hago, una margherita para ver la calidad de la pizza sin más. Ya lo he dicho todo antes, perfecta. El tamaño está bien, no son enormes pero una por persona es una buena cantidad.

Pizza Margherita
La otra pizza en cuestión es una extremeña. Igual solo que cambiando el orégano por chorizo. Un poco picante y más sabrosa. Genial también.

Pizza extremeña
Una cosa que me gusta mucho de "La Cúpula" es que muchos de los ingredientes que usan son ecológicos. Y digo que me gusta no porque yo coma alimentos ecológicos habitualmente, pero si está bien que si vas a tomar pizza a un restaurante, se tomen la molestia de cuidar la materia prima que utilicen. No creo que se note mucho en el sabor, pero esa noche te acuestas un poco más sano (aunque solo sea en tu imaginación).
No hay mucho más que decir. Supongo que para todo aquel que no sea de Las Matas, Las Rozas o Majadahonda, le supondrá un camino demasiado largo por unas pizzas. En mi caso, tardo unos 30 minutos con el coche. Y lo hago encantado. Si os gusta la pizza mucho, adelante. En el caso de que no seas unos entusiastas...lo dejo a vuestra elección.
El precio de la cena fue de 11-12€ por persona, no recuerdo la cuenta exacta. La margherita son 8€ y la extremeña 10€. Lo pago encantado.

Llevo varias semanas escuchando mucho bandas sonoras. No se en que momento me dio por empezar con Hans Zimmer y ahí sigo. Zimmer es de esos compositores que consiguen hacer de una película mediocre algo entretenido. Si la película es buena, la convierte en obra maestra. Además el tío es humilde. En los Oscars de 2011, estaba nominado por "Origen". Pues bien, el dijo que por el bien del futuro de las bandas sonora, debía ganar Reznor por "La red social", que es otra de esas bandas sonoras que ayudan a convertir la película en una maravilla (de mis películas preferidas). Y así sucedió.
Me cuesta elegir solo un tema de Zimmer. La verdad es que el tema principal de "Amor a quemarropa" es una obra maestra, pero sería un mentiroso si no dijeses que estoy enamorado de la banda sonora de Gladiator, Sherlock Holmes o cualquiera de los Batman de Nolan. Sin embargo, el tema que más me llena de todos es de otra película. Justo por la que estuvo nominado en 2011, "Origen".
Una película construida como una matroshka rusa. Con trucos de guión como un camión de grandes, pero da igual. Me encantó en el cine y, al volver a verla en casa, me sigue gustando mucho.
El tema va in crescendo hasta tener una intensidad única. Apagad la luz y subid el volumen. "Time".




miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mientras empiezo a escribir doy los últimos sorbos de un vaso de Nesquik fresquito. Y cuento ésto porque hace poco tuve una polémica con un grupo de amigos acerca de la rivalidad Colacao-Nesquik. Para mi el vencedor es el producto extranjero, por goleada. Me gusta más el sabor y encima es mucho más comodo, sin tener que soportar los grumos (con todas las connotaciones que la palabra grumo conlleva).
A raíz de esa discusión surgieron otras como Nocilla-Nutella, etc. Estas conversaciones resultan muy estimulantes porque la gente se vuelve muy ingeniosa y siempre se pueden seguir sacando temas. Generalmente acabas hablando de bollos que tomabas de pequeño y, sin darte (casi) cuenta, al día siguiente estás en el supermercado del barrio buscando los bollicaos y los phoskitos. Regresión pura y dura, como ver una y otra vez "Regreso al futuro". 

Pues ya que escribo de comida preparada voy a aprovechar par hilar con una cena que tomé hace unas semanas en mi casa. Teníamos mono de comida japonesa así que probamos a llamar a Go!Sushing.
Lo primero es un palito, no me apañé nada bien con la web y tuvimos que acabar llamando por teléfono, cuando no era nuestra intención. Eso si, para ver los productos y saber que es lo que quieres pedir, está muy bien.
El pedido tardó unos 40 minutos en llegar y, para sorpresa, no lo trajo una persona asiática (que me da igual, pero pensaba que si lo sería, por aquello de los prejuicios). La bolsa está graciosa e incluso diría que tiene una línea bastante atractiva. Todos los complementos vienen bien empaquetados y presentados.

Todo el pedido en la mesa
Como se puede ver la cena consistió en un poco de sushi, unas gyozas y ese cubo de cartón es un arroz.
Vamos a desglosar un poco la cena y los precios para ver si vale la pena o no.
Por un tema de temperaturas empezamos con las gyozas, que costaban 4€ las cuatro unidades. Estaban buenas y la salsa para mojar también, de hecho la salsa especialmente. Y el precio, normal, 1€ la pieza. Pero no llega ni de lejos a algunas que podéis tomar en el local en Musashi u Okashi Sanda, por el mismo precio, el problema es cuando no quieres salir de casa, claro está. 

Gyozas
A partir de aquí empezamos a combinar todo lo que pedimos sin atender mucho a temperaturas ni nada, a lo loco, a tope siempre.
Empezaré por el "cartoncito". El envase contenía un arroz con setas, al precio de 7,5€. Espectacular, de verdad. Superaba con mucho a los que suelen poner en la mayoría de asiáticos. Mucho sabor pero sin caer en el saborazo a soja. Y el punto era bueno, estaba lo suficientemente suelto para no resultar un mazacote. No pensé que me fuese a gustar tanto. De hecho, el punto de suelto lo daba que fui incapaz de comerlo con los palillos, me sentí como hace 5 años cuando comencé a usarlos y en los restaurantes mi cuenco de soja rebosaba restos de comida. El precio de la ración me pareció adecuado teniendo en cuenta lo bueno que estaba.

Arroz con setas
Para terminar, unos makis. Unos de salmón con philadelfia (8 piezas) y un roll de gambas (8 piezas también). El maki de salmón cuesta 5,50€. El veredicto es que está muy bueno. A mi la combinación de salmón con queso philadelfia me encanta y creo que al sushi le va muy bien. Resulta más untuoso, para el que le guste por supuesto. La única pega que le pondría es el corte que le dan al maki. En lugar de ser recto, cortan los trozos en diagonal de forma que la caja queda muy bonita pero no da ninguna ventaja para comerlo. Prefiero que el corte sea menos espectacular y no intenten hacerme creer que hay más de lo que parece.
El rollo era de gambas con aguacate, pepino y sésamo, su precio de 6,50€. Me gustó mucho menos. Más tontón. El sabor se perdía al lado del arroz con setas y los makis, pero al que le guste el sésamo y el pepino en el sushi, adelante. Creo que el precio está bastante bien, pero en otra ocasión pediría otro. Al corte del roll, ninguna pega.
Venían ambos juntos en una bandejita. Creo que ganaría mucho de cara a la primera visual si cada uno tuviese su propio envase pero aquí prima lo económico para el negocio, lógico.

Makis de salmón y philadelfia y roll de gambas
De forma que el montante de la cena ascendió a 23,5€. 
Conclusiones: la comida está bien y la presentación es aceptable por lo que pagas. Si tienes mono de japonés puedes darte el gustazo (sin lujos). Ahora bien, el precio por cenar en tu casa de casi 12€ por persona, es elevado. No es una cena con la que salir del paso, como el típico chino de barrio. Es más para esas noches de fin de semana que te apetece cenar algo distinto y no salir de casa. Es decir, una excepción muy agradable para ese tipo de días. Pero yo por ese precio prefiero salir del piso e ir a algún sitio a tomarme unas raciones con unas cervezas. Para gustos los colores.

Para acompañar una noche en casa, con una copa tranquilo, que mejor que rock instrumental, post-rock o como lo quiera llamar el que ponga las etiquetas musicales. Aunque haya por ahí muchos grupos que considero geniales al respecto (God is an astronaut, Caspian o Mogwai) los que más me gustan son Explosions in the sky. Cuatro hombretones venidos de Austin que tienen un disco que me maravilló desde la primera escucha y sigue haciéndolo cada vez que le doy al play. Son "solo" cinco canciones de una media de 8-9 minutos. "The Earth is not a Cold Dead Place", se hace llamar el LP. Recomiendo la escucha a todo aquel que le guste descubrir música distinta y no haya oído hablar de estos grupos que he nombrado en su vida. Son canciones conceptuales que plasman exactamente aquello de lo que habla cada título. 
La única pega que se puede poner a este grupo es la mala elección de los setlist que hacen en sus conciertos, bajo mi criterio. Resultan planos y faltos de vida, cuando su música está llena de ella. Aún así, grandes.
Por cierto, en España tenemos un grupo de este estilo que tiene un nivelón impresionante también. Se llaman Toundra y ya empiezan a estar muy reconocidos fuera incluso del país. Algo más duros y directos que Explosions, pero también muy interesantes.
Ya está, aquí lo dejo. "First breath afer coma".


jueves, 6 de septiembre de 2012

Arguiñano cada vez está más joven. El otro día tuve el privilegio de poder ver un poco su programa, patillas y perilla. Estética muy de motero, estilo Sons of anarchy. Me encantaría conocerlo, irme de vinos con él, que me contara chistes día y noche. No entiendo la gente que dice de él: "no lo soporto". Pero bueno, es solo un apunte que tenía que hacer.
Debería seguir contando un poco las andanzas de mis vacaciones por Marbella. Ya os conté la primera noche, con sorbete de "mojito" incluido. Pues al día siguiente, superando una breve resaca, nos fuimos con nuestros queridos anfitriones a dar un paseo y comer en un restaurante que nos encantó.

CASA FERNANDO

Lo malo de llegar en coche conducido por otra persona yendo atrás y sin prestar atención, es que soy incapaz de dar detalles acerca de su ubicación. No me parecía ético copiar lo que encontrase en Google, así que os lo dejo a vosotros si decidís hacer una visita.
Se trata de un local muy grande, con una terraza tremendamente agradable (y de gran tamaño también). Típico lugar donde hacer una gran celebración. Comimos en la terraza, a pesar del calor imperante esos días, se estaba muy bien.
Nos dejamos aconsejar y nos limitamos a comer lo que nos recomendaron. El menú consistió en ensalada y puntillitas para compartir y arroz a banda como principal.
Por partes. La ensalada era una especia de gazpacho sin triturar, me refiero a los ingredientes claro está. Como me gusta todo lo que lleva el gazpacho, también me gustó el plato. Aceite, vinagre y sal. Nada fuera de lo común. Eso si, bien presentado.

Ensalada (gazpacho "deconstruido", así la habría llamado yo)
No quiero demostrar poco entusiasmo hacia la ensalada pero lo que vino a continuación me llenó de orgullo y satisfacción, como al rey.
Llegaron a la mesa unas puntillitas. En Madrid diríamos chopitos, pero por respeto al manjar que tomamos lo llamaré por el nombre que se le da por el sur. En fin, nada que ver con cualquiera de las que haya tomado en los últimos años. Se notaba lo frescos que estaban desde el primer mordisco. Tiernas y sabrosas (tiernos y sabrosos si los consideramos chopitos), daba la sensación de que los hubieran cogido del mar una hora antes. La fritura pues ya se sabe, siendo en Andalucía, perfecta. Y la ración era bastante generosa.

Puntillitas
Hasta el momento todo iba muy bien, faltaba el arroz. Hay que decir que soy muy exigente en este tema. Será porque me gustan mucho, porque parte de mi familia es valenciana y mis padres tienen una casa allí...
El caso es que no me conformo con cualquier cosa, es más, me revienta comer un mal arroz. Es uno de los embajadores más importantes de la gastronomía española y no creo que haya que tomarlo a la ligera. Hacer un buen arroz no es fácil, y mis prejuicios ante comer un arroz en paella fuera de la Comunidad Valenciana se desvanecieron en seguida.
Se trataba de un arroz a banda con el arroz en un punto perfecto, de sabor intenso y con trozos de pescado, langostinos y calamar. Para mi gusto, rozaba la perfección. Es cierto que en gustos cada uno puede preferir el arroz más seco, más socarrado, etc. Por eso puntualizo que esto de la perfección es siempre muy subjetivo. Pero lo que no es subjetivo es la manera de tratar el arroz, y que el plato era muy bueno.
Pedimos arroz para tres personas, pensando en compartir entre los cuatro. Recuerdo que veníamos de una salida nocturna y tampoco queríamos acabar con las existencias del restaurante hasta reventar. Bueno, aún así, la cantidad fue un poco escasa. Sin embargo, nos quedamos muy sorprendidos cuando el propio local, que también se percató de la poca cantidad, apareció con otra ración extra como disculpa. Me pareció un detalle genial, en muchos sitios ni se habrían preocupado, pero en Casa Fernando nos quisieron cebar a arroz, es un gesto que les honra. Me faltó la foto a la paellera antes de servir, para la próxima.

Arroz a banda
Ya se acercaba el final y una vez más el elegido fue el tiramisú. En este caso, con una explicación. En la carta de postres ofrecían uno llamado "Tiramisú de verano". Nos gustó la idea, no lo pensamos más. Uno para compartir puesto que la segunda ronda de arroz nos había dejado a todos en el límite.
Pues la diferencia entre este tiramisú y uno clásico estaba en que la mezcla de queso, yemas y demás estaba convertida en un helado, manteniendo una base de bizcocho empapado. Estaba bueno, pero no supera a uno de toda la vida, como el que me hacen a mí cuando me porto bien (en ocasiones cuando no, también).
Es cierto que el helado hace que un día de calor resulte apetecible pero no lo convierte en mejor, aunque fuese un postre muy rico.

Tiramisú de verano
Y hasta aquí llegó nuestra pasada por Casa Fernando. Una vez más, como casi todo lo que hago en Marbella, fui invitado. Pero vamos, que por encima pude hacer unos cálculos rápidos. Sin tomar vino, compartiendo entrantes, el precio puede rondar los 20-25€ por persona. Un buen precio por la calidad de la comida. Las puntillitas unos 12€, el postre 5€. Precios bastante normales.
Así que, como siempre, gracias a Susana y Raúl. Mientras las invitaciones proliferen, las visitas también. Me atrevo a decir que sin invitaciones tampoco haremos ascos a visitaros.

Desde el viaje, he recuperado un grupo que lo tenía medio olvidado, Zia. Se trata de el proyecto que inició el cantante de Superskunk al disolverse el grupo. Creo que es un tío con mucho talento, aunque vaya por delante que con Zia está lejos del nivel que alcanzó hace años. Pero tienen una canción que me parece sublime. Si, si, SUBLIME. Creo que la canción habla sobre una adicción, pero no creo que haya que cerrar el tema a una droga por el nombre que tenga el tema. Me gusta pensar que esa adicción puede ser cualquiera.
Después de muchas escuchas, creo que Zia tiene muchos puntos en común con Stereophonics. Tanto instrumentalmente como en lo vocal. La lástima es que no tiene videoclip, tengo que poner uno de esos cutrevideos con una foto del grupo.
Pues eso, mucha sensibilidad y talento, eso es este temazo. "Químico".


viernes, 24 de agosto de 2012

Ya es viernes, una vez más. Hace cinco días que volví de Marbella y ya lo echo de menos. Nos invitaron Susana y Raúl, a los cuales doy las gracias desde aquí. Tengo que reconocer que hasta el año pasado no conocía lo que podía dar de sí esa ciudad, porque no es un pueblo para nada. Este viaje va camino de convertirse en un clásico en nuestras vacaciones, y espero que así lo sea.
Una de las cosas que más me gusta sin duda de Marbella, y alrededores (incluido Puerto Banús), es su oferta gastronómica. La suerte de hacer turismo con gente que viva en ese lugar es no cometer muchos errores en la elección de los locales. 
El viaje empezó muy bien. La noche que llegamos, nuestros anfitriones nos esperaban con un plan del todo inesperado. Después de una cena en un hindú llamado Taj Mahal (regentado por bangladeses), nos fuímos al festival Starlite. Como todo lo que se hace allí, lujo y famoseo. 
Un festival diferente, el escenario está situado en una cantera. Un lugar espectacular, de verdad. Me quedé sin palabras. Y después de los conciertos, fiesta hasta la hora que cada uno considere en una discoteca improvisada en mitad del monte. 


El privilegio de ir con nuestros anfitriones fue acceder a la zona VIP, con nuestra pulserita verde y tomar alguna copa gratis. Y sobretodo, que es lo que aquí nos atañe, el catering de Paco Roncero (elBulli Catering). No vino nada mal estos sorbetes y helados a las 3 de la mañana.

Catering de Paco Roncero

Yo opté por un sorbete de lima, menta y jengibre. Muy refrescante, dulce y ácido. Muy rico, y más de gratis. Todo sabe mejor cuando es regalado. Por los ingredientes recordaba totalmente a un mojito, solo que más ácido. También probé un helado de café y avellana. También muy bueno, la textura era la propio de un helado cremoso. Me gustó mucho la idea de servir algo así en un catering y, sobretodo, la forma en que estaba servido.

Sorbete de lima, menta y jengibre y Helado de café y avellana
Tengo que reconocer que me quedé bastante impresionado con la presentación de los helados y sorbetes. Ahí es donde se ve el nivel que puede alcanza un producto de estas características, por algo es elBulli Catering, claro está. Uno de los detalles que más me gustó es la personalización de cada producto. Incluida su composición, algo muy poco usual (o al menos que yo sepa) en los catering para eventos.

Presentación inmejorable
En fin, una noche diferente y bastante divertida. Además tomarte una copa con Carmen Lomana y la ex-mujer de Guti al lado, no tiene precio. En este caso el precio en concreto fue de cero euros. 
En los próximos días os contaré algo más de nuestro viaje a Marbella, pero hoy quería dedicarlo a lo que vimos en Starlite, que realmente me dejó sorprendido.

Y en este viaje ha pasado una de esas cosas curiosas. Un cd olvidado en la guantera del coche y rescatado en una excursión a Tarifa, hizo que recuperáramos discos y canciones que teníamos casi olvidadas, posiblemente desde hacía un año. Un poco de todo: Los piratas, Ferreiro en solitario, Shiny Toy Guns, Fat Boy Slim, Underworld, Gorillaz...y muchos más. El caso es que redescubrir lo mucho que te gusta una canción es una de las mejores sensaciones que existen. Se que a Ele le pasó con Miss Caffeina, a mi personalmente no me gustan, la verdad. Lo mío estuvo más relacionado con un grupo alemán. Una canción que no debo dejar tanto tiempo pasar en escuchar y además con un video muy bueno también. 
Se trata de "Propane nightmares" de Pendulum. Últimamente les he visto demasiado "poperos", por decirlo de alguna manera. Sin embargo esta canción lo tiene todo. 
Un comienzo extraño con instrumentos de viento metal, da paso a una voz que me cautivó desde la primera vez que escuché esta canción. Gracias a la MTV2 por descubrirme este video, ese extraño canal capaz de lo mejor y lo peor. En fin, esto es todo. Buen finde!!!