Comer en los aeropuertos siempre me ha resultado algo caro y malo. Supongo que será por vivir en Madrid y no haber tenido sitios de comida rápida hasta la llegada de la T-4, e incluso con la terminal nueva comer en el resto del aeropuerto sigue siendo un auténtico disparate. Y yo pensaba que esto era así en todo el mundo, que se aprovechaban de nosotros los usuarios y te cobraban 12 euros por unas patatas fritas, ensalada y croquetas congeladas (al igual que las patatas) con una coca-cola. No defiendo los sitios de cómida rápida como el McDonald´s (aunque me gusta ir de vez en cuando) simplemente comida por un precio razonable y que de gusto comerla. Y no era consciente de que esto existía hasta que viajé a Roma con Ele.
Dando una vuelta por el aeropuerto vimos que había franquicias y cadenas varias donde comer y de repente un autoservicio con bastante buena pinta. La comida estaba expuesta por zonas temáticas y entonces vi una mujer italiana con una máquina que funcionada a base de rodillos con las que hacía pizzas en no más de 20 segundos y fuí directo. El horno tenía buena pinta y cuando vi los precios no me lo pensé dos veces. Y en ese idioma internacional llamado "leer el letrero y añadir detrás el por favor según del país donde estés" pedí una pizza con mozarella de búfala. Era la más cara de todas. 7,90 euros. En la mayoría de restaurantes italianos de Madrid la pizza habría sido peor y el doble de cara.
Por fin llegamos a la mesa y pruebo el manjar. Genial. Sin más.
Pizza de aeropuerto
La masa estaba perfecta de verdad. Me pareció increíble que tengamos que comer tanta basura en los aeropuertos y encima cara cuando se puede hacer esta maravilla por solo 7,90 euros. Creo que las habia desde los 7 euros.
Para los amantes de los italianos, la pizza me recordó mucho a una que comimos en Totó e Pepino, concretamente la Malafemina (no recuerdo si es escribía así tanto el nombre del restaurante como la pizza). El caso es que por fin comí a gusto en un aeropuerto y no me ví obligado a comer en el McDonald´s de turno. Gracias Roma.
Y en estos momentos de reflexión es cuando me apetece escuchar una de mis canciones favoritas de uno de mis grupos favoritos. "Be quiet and drive (far away)" de Deftones. Es una canción simple a más no poder pero por mi parte podría durar 15 minutos y no me aburriría jamás.
miércoles, 28 de marzo de 2012
Empieza la primavera, el solecito y a mí me apetece una cerveza. Me encanta la cerveza, no puedo remediarlo. Es de esos sabores que al principio no tienes claro si te gusta o no para acabar convirtiéndose en un habitual todas las semanas. Y si hay una comida que me gusta tomar con cerveza (a parte de unas raciones de toda la vida) es la japonesa. Creo que le va perfecto. De hecho creo que este fin de semana voy a hacer una visita a uno de mis japoneses favoritos, el Okashi sanda en La latina. Ya os contaré. Pero hablando de japoneses os voy a contar mi experiencia con un cupón de una de estas páginas de moda (Groupon en este caso). Me gustan mucho estas iniciativas siempre y cuando no intenten hacerte el lío como han intentado conmigo hace poco con un pack de cerveza que compré, pero ese es otro tema. Así que nos vamos a....BANZAI!
BANZAI
Mesas del Banzai
Se trata de un bar-restaurante situado en la zona de Tribunal, o como dicen ahora los modernos Tri-ball o algo así, ¿no? El caso es que compramos un cupón de 24€ por una cena para dos en el Banzai, no incluía las bebidas ni postre.
El local me gustó por una razón: huye de topicazos. Se trata de un bar con estética simple pero resultona. Según dicen está inspirado en los locales alternativos de Tokyo. Algún día lo comprobaré.
Centrándonos en la comida, el menú tenía dos partes: unos entrantes y como principal una bandeja de sushi variado.
Los entrantes eran para compartir y constaban de:
- Ensalada de alga wakame con sesamo
- Tempura de verduras
- Brocheta de pollo yakitori
- Arroz salteado con verduras, brotes de soja y tortilla
De izq. a dcha: Brochetas de pollo, arroz, tempura y la ensalada
Por supuesto la foto van con efecto de Instagram que también somos modernos
Me gustaron todos bastante la verdad. La ensalada quizá el que menos y es que, esta ensalada que siempre me ponen en todos los menús degustación de los japos, no consigue encantarme, no se si por el alga o por el sesamo, pero no me atrapa. La tempura muy buena, boniato, pimiento, berenjena y salsa para mojar. No hace falta más la verdad. Las brochetas de pollo si os gustan las de otros restaurantes os gustarán éstas. Toques dulces y sabor a parrilla. Y el arroz...buenísmo! Me gustó mucho, no tuve esa sensación de "joder, ya nos han puesto un plato de arroz para rellenar".
Y pasamos al principal y generalmente el plato importante cuando vamos a un japonés. El Sushi!
Bandeja variada de sushi
Como véis lleva un poco de todo, salvo sashimi. Con el sushi yo tengo unos favoritos claramente: los makis de salmón y el sashimi de toro. En este caso no teníamos sashimi y mucho menos de atún rojo. Los makis estaban bastante bien y los california roll también nos gustaron muchos. Los niguiris buenos, pero sin más.
Igual con las fotos engaña un poco porque fue una cena muy abundante. No nos pudimos terminar todo (aunque cayó un postre, todo hay que decirlo).
Después de todo hubo algo que no me gustó nada del Banzai. Nos ofrecieron la carta de vinos. Decidimos que íbamos a tomar un vino blanco en lugar de cerveza. Y la sorpresa fue que a cada vino que pedíamos nos decían que no les quedaba. Bien. Si no tienes en el local lo que en la carta, señálalo aunque sea a mano o me lo dices antes de que pida porque fue un bajón tener que pedir 4 vinos distintos para que nos pudieran servir alguno. Y además el más caro de los 4.
Conclusión: a pesar del problemilla de los vinos nos gustó mucho Banzai. La oferta del cupón me parece muy acertada y todo está muy bueno. Posiblemente sin cupón se convertiría en algo un poco caro para lo que ofrecen pero no estoy seguro porque no me fijé en los precios. En nuestro caso nos pedimos un postre fuera del menú por darnos un capricho con algo dulce. Todas las tartas de Banzai son caseras y la que probamos nosotros era buenísima. De coco y zanahoria con un toque de canela. De verdad, brutal.
Y un temazo que podría acompañar una buena cena japonesa? Pues "Kiri" de Monoral. Es un grupo japonés de rock. A mi me recuerdan un poco a U2 en esta canción. El tema en cuestión lo conocí por una serie de anime llamada "Ergo Proxy". Recomiendo las dos cosas, sobretodo la canción. Y echad un vistazo a la letra por favor, que vale la pena.
miércoles, 21 de marzo de 2012
Miércoles de lluvia y bastante fresco la verdad. He estado varios días sin escribir pero es que me tomé unas pequeñas vacaciones en el puente y me fuí a las fiestas de Castellón, La Magdalena. Me invitaron desde la familia de mi novia y no podía decir que no...En cuanto tenga todas las fotos ya comentaré como nos pusimos de paella, en la feria de la tapa y demás.
Por ahora voy a terminar de contar mis experiencias culinarias en Valladolid. El objetivo real de nuestro viaje fue una mesa reservada en el restaurante Ramiro´s como regalo de reyes para mí. Un regalazo y ahora explico el motivo.
RAMIRO´S
El restaurante está a las afueras de Valladolid, en un auditorio de reciente construcción. No dispone de muchas mesas pero si de mucho espacio, me gusta no sentirme agobiado por la cercanía de otras mesas y conversaciones.
Mientras elegíamos el vino llegó un aperitivo de la casa. Un ravioli de mantequilla y queso. Muy buena manera de empezar.
Ravioli de mantequilla y queso
A partir de aquí comienza el menú ejecutivo que elegimos. Lo hicimos por recomendación del Jefe de sala. Y sinceramente creo que es un menú perfecto en cantidad.
Los entrantes son una combinación de unas tapas y un aceite aromatizado con una hortaliza según temporada. El aceite se acompaña de un pan candeal típico de Valladolid para mojar. Tuvimos la suerte de que fuese temporada de calabaza y el aceite llevaba unos dados de calabaza confitada, unas chips de calabaza, puré de calabaza y sal de calabaza. En fin...Puedes morir de lo que se disfruta mojando el pan en el aceite. Nosotros elegimos un aceite de sabor intenso. El camarero nos ofreció otros 2 tipos de aceite más, uno suave y otro también intenso de la bodega Prado Rey.
Aceite con calabaza
Junto al aceite nos pusieron 4 tapas. Una espuma de patata y pimentón fue el primero que tomamos. Muy ligero y sabroso. Magdalena de cecina. Buenísima, esponjosa, dulce, salada. Bocadito de lechón. Para mi fusto el menos acertado, no por malo si no por anodino. Se me hizo poco para el nivel de los demás platos. Y el impresionante bombón de morcilla y pistacho. Genial la verdad. Picante y con el crujiente del fruto seco.
De izq. a dcha: Espuma de patata y pimentón, bocadito de lechón magdalena de cecina y bombón de morcilla y pistacho.
De ahí pasamos al entrante. Un yogur de tomate con sardinas, granada, queso de cabra y brotes. A los dos nos produjo la misma sensación. Un sabor muy bueno pero extrañamente familiar. Y llegamos a la misma conclusión: queso con tomate del Rodilla. El yogur sabe muy parecido al relleno del sandwich de Rodilla y no lo digo como algo negativo. La textura es distinta pero el sabor similar. Muy curioso.
Yogur de tomate
Seguimos con el primer plato. Un arroz negro con espuma de queso y atún "en movimiento". Para los que os guste la cocina asiática posiblemente os hayan puesto estas escamas en algunos yakisoba, por ejemplo yo lo recuerdo en Sushiwakka. Estas escamas se conocen como katsuobushi. Las escamas se mueven por efecto del calor y resulta muy llamativo cuando lo ves por primera vez. El arroz era meloso y tenía muy buen punto.
Llegaba el momento entonces de los segundos. Las opciones eran carne y pescado a elegir. Cada uno eligió una cosa para poder probar ambos platos.
La carne era un cordero guisado a baja temperatura acompañado de un guiso con alcachofas y sus mollejas. Buenísimo. No se si me gustó más la carne o el guiso que lo acompañaba, sabrosísimo. Y la carne estaba perfectamente cocinada, muy tierna.
Cordero a baja temperatura con guiso de sus mollejas y alcachofas.
El pescado era un rape envuelto en bacon y acompañado de unas migas, puré de calabaza y pesto.
Pues al igual que la carne estaba tremendo. El rape es de mis pescados favoritos así que este plato fue todo un subidón. Las migas tenían huevas de salmón para ayudar a potenciar el sabor a mar del plato.
Rape envuelto en bacon con migas y puré de calabaza.
Y como colofón al menú uno de los platos más imaginativos del Ramiro´s. El postre es una deconstrucción de la Nocilla de toda la vida. Tres bolas de: helado de leche, mousse de chocolate y praliné de avellana. Acompañadas de un pan de azúcar y 2 avellanas caramelizadas. Toda una regresión a la infancia...bueno vale, no tan infancia que no hace mucho me he comido varios sandwiches de Nocilla (aunque desde aquí lanzo una misiva en defensa de la Nutella por encima de la Nocilla).
La Nocilla Ramiro´s
Pues ésto es lo que os puede deparar el Ramiro´s si decidís hacerles una visita. Yo lo recomiendo encarecidamente. Y tengo que decir que para el nivel que tiene la cocina de este restaurante el precio me parece muy adecuado. Estaría feo que dijese el precio puesto que fue un regalo de Ele pero de verdad que vale la pena ir. Bastante largo el post no? Pues entonces habrá que darle vidilla con algún temazo. He tenido muchas charlas sobre este grupo con mucha gente. Algunos me dicen que son unos...como decirlo...blandos, dejémoslo ahí. Pues a mi me encantan. Los coros de este estribillo me parecen geniales. Sin más. "Stay" de Hurts.
jueves, 15 de marzo de 2012
Llevo todo el día con una canción a cuestas que no me puedo quitar de la cabeza, "Face" de The Zombie Kids. Mira que la conozco hace tiempo y cada vez me gusta más. Me mola mucho que haya gente que en España sea capaz de hacerse grande con estas cosas y encima se monten su bar en el que parece ser sirven unas hamburguesas bastante decentes...Tengo la visita pendiente.
Pero dejando hamburguesas a un lado (algún diría hablaré de mi ranking de hamburguesas de Madrid) vamos a echar un vistazo a Valladolid. Si, si. Para quien no lo sepa, en Valladolid está uno de los mejores bares de Pintxos de España y parte del extranjero. Los zagales de la abadía. Madre mía, que movidas! Y si, he dicho movidas. Se trata de un local en apariencia muy clásico pero que aseguro no deja a nadie indiferente.
Nosotros ya fuímos sabiendo que era lo primero que íbamos a tomar. En "Bares que lugares" de la Sexta (programa que recomiendo por supuesto) hicieron una reseña del sitio y enseñaban como hacían una receta que nos dejó con la boca abierta a mi hermano y a mí, el Tigretostón. Así que sin más preámbulos nos pedimos dos vinos de Rueda y un Tigretostón. Y aquí tenéis la presentación.
Ele (mi novia) sujetando el Tigretostón
Pues ahí está. Un homenaje al Tigretón de toda la vida pero mejorado incluso diría yo. Es un bollo salado hecho con pan, morcilla, crema de queso, cebolla caramelizada y piel de cochinillo.
Pero ahí no se quedaba la cosa. Empezamos a ver salir de la cocina un Minibocadillo. Vimos un cartel en la barra que ponía "Bread Bag". Y nada allí que nos lanzamos. Y llegó ante nosotros acompañado de una frase del camarero "Se come todo, incluida la bolsa".
Bread Bag
Se trataba de un Minibocadillo de calamares con salsa picante y una bolsa que lo envolvía totalmente comestible. Muy bueno también. Nada que ver con cualquier bocadillo de calamares que tengáis en mente.
Y para terminar lo más de lo más para mí de Los zagales. Se llama "Obama en la casa blanca". Y que decir. No se puede mucho. Que es la leche vamos! Todo el mundo a Valladolid a pedir uno.
Obama en la casa blanca...no hace falta explicar más no?
Un pintxo hecho con una base de hojaldre, salsa de setas castellanas, huevo cocido a baja temperatura y patata cocida deshidratada con tinta de calamar (patata requemada). Pffff...me iba ahora mismo a por otro.
El motivo del viaje a Valladolid fue la visita al restaurante Ramiro´s. Pero eso será para otro día porque fue tan bestial que necesita su propia entrada.
Habrá que despedirse con la canción que no soy capaz de sacar de mi cabeza.
miércoles, 14 de marzo de 2012
Ecuador de la semana laboral (en mi caso) y empiezo a sentir nostalgía del pasado weekend. Para poneros al día me fuí con mi novia a pasar 2 días a Londres. Ya habíamos estado juntos hace un par de años pero es una ciudad que definitivamente nos vuelve locos.
En esta ocasión tuvimos la suerte de hacer una visita a un amigo común, mi querido Kiko (http://twitter.com/#!/franjarebra). Y ya antes de ir me había avisado que tenía una sugerencia para mí, siempre y cuando el picante no fuese un inconveniente.
Londres es desde luego un paraíso para todo aquel que:
a) Tenga dinero para gastar
b) Le guste la comida asiática en todas sus vertientes y africana
Y así fue. El viernes por la noche quedamos con Kiko y nos llevó por un interminable paseo por Caledonian Road. Cuando de repente escuchamos las palabras mágicas "vale, está ahí, no me he perdido". El restaurante etíope Marathon estaba delante de nosotros. Nuestro guía nos avisó que no nos dejásemos engañar por cutre que pareciese. No lo era demasiado la verdad. Lo único que tiene es que es muy oscuro y por eso no pudimos hacer fotos del local que enseñar.
Nos dieron mesa en seguida y Kiko nos aconsejó pedir un plato degustación para compartir entre los tres. Sabia elección. Todo lo que te ponen está muy bueno. Se acompaña de injera (una especie de pan de sabor agrio que se hace con harina fermentada de teff, un cereal típico de Etiopia) y se come con la mano. Si por algún motivo acabáis en el Marathon os recomiendo que lo pidáis. No recuerdo como se llama pero si que es el más caro de la carta, 28 libras. Y con el cenan 3 personas e incluso 4 si se pica otra cosa.
Se puede apreciar el tamaño de la bandeja en comparación a la mano. De sobra para tres personas.
Eso sí, una pega enorme que se puede poner a Londres es la poca cultura que tienen de vino por allí. Ya no es solo que te cobren 15 libras por una botella ramplona de un vino chileno o 16 por uno malo de España sino que ni siquiera tienen corcho, es una botella con tapón de rosca! Pero bueno el reecuentro con un amigo después de tantos meses valía la pena el esfuerzo.
Mi querido amigo chileno
Pero no todo fue Etiopia en nuestro viaje. Como ya he dicho y muchos sabréis Londres es una ciudad llena de opciones "exóticas" para nuestros paladares y no necesariamente caras. Un lugar donde comprobarlo es Camden Town. Si bien imagino que muchos podrían decir que hoy en día ha perdido la esencia, que ya no es alternativo...Vale. Pero te puedes comer unos noodles con pollo teriyaki o un pollo tandori con arroz basmati en cualquier momento, que es de lo que hablo.
Puesto hindú en Camden
Noodles con pollo teriyaki y pollo rebozado que decidieron regalarnos las amables chinas (?) del puesto
La cara opuesta de la misma moneda se llama Harrods. Es exactamente lo mismo que Camden solo que en verano no te dejan entrar con pantalón corto. Bueno, vale, alguna diferencia más hay pero tienen la misma cantidad de comida distinta.
Comida japonesa, china y tailandesa
Y poco más se puede decir ya. Simplemente que si podéis y os apetece Londres es una de las mejores opciones para pasar unos días de vacaciones. Sin dejar nunca de lado unas cervezas en un pub para poder decir CHEERS! y una buena canción para acompañar. Hablando de Inglaterra se me vienen un montón de canciones a la cabeza pero al final ha ganado Come on England de 4-4-2. Me encantan las canciones inglesas que tienen temática relacionada con el fútbol.
martes, 13 de marzo de 2012
Bueno supongo que el primer post siempre supone un esfuerzo supremo por intentar ser original, rompedor, etc. Pues no va a ser mi caso. Bueno...o si. Que leches, voy a empezar fuerte. ALL IN!
Aquí viene mi experiencia en el que decían era durante muchos años el mejor restaurante del mundo. Ahora que lo han cerrado la cosa ha cambiado pero supongo que todos nos seguimos acordando de él.
EL BULLI
Voy a pasar por alto el hecho de que todo el equipo del restaurante te hace sentir como en casa desde el primer momento enseñándote la cocina, presentándote a Ferrán Adriá y demás y voy a centrarme en lo puramente gastronómico para no hacer esta entrada interminable.
La cena comenzó con unos cocktails acompañados de una esfera de queso gorgonzola acompañada de unas cerezas umeboshi (una especie de encurtido japonés muy sabroso). Y yo como amante del queso empecé a pensar que aquella sería una gran noche. Los cocktails por supuesto eran arriesgados y sin ir más lejos los mojitos y caipirinhas había que tomarlos chupando directamente de unas cañas.
Esfera de gorgonzola y cerezas umeboshi.
Empezaba entonces el carrousel de platos. Despues de los cocktails vinieron unos camarones al vapor de té. Y sinceramente estaban impresionantes. Pero lo que vino a continuación si que supuso todo un cambio a la hora de concebir una comida. Es ahí donde radica el éxito de El Bulli. Es una proposición a experimentar sensaciones nuevas, juegos de texturas y sabores que van más allá del simple hecho de comer. Cacahuetes miméticos, esponja de coco, "lentejas de cala Montjoi", "fondue" de piñones...
Cacahuetes miméticos
Y por supuesto mi favorito: aceitunas esféricas. Este plato es una explosión de sabor( recomiendo a todo el mundo que intente acercarse a alguno de los establecimientos que han abierto los hermanos Adriá aunque solo sea por probar estas aceitunas). Como podéis ver las comillas son una tónica general en la cocina de El Bulli. Nada es lo que parece.
Aceitunas esféricas
Creo que también era para destacar la sopa de miso con granizado de sake que nos sirvieron. La mejor sopa de miso que jamás he probado. Tendré que seguir yendo a restaurantes japoneses para encontrar una que se le parezca porque era mortal de necesidad que diría mi padre.
No quiero extenderme mucho más porque soy consciente de lo largo que va a ser este post pero alguna foto más si que es necesaria no?
Gelatina de manzana con reducción de ave de caza
Helado de parmesano con fresas y albahaca Este plato fue la alternativa que tomaron dos personas de nuestra mesa ante un plato de casquería. Y estaba buenísimo también.
La famosa caja de bombones de El Bulli. Todos son increíbles,
el problema es que el estómago no te permite más despues del menú.
En fin, no he querido ser muy pesado y alargarme demasiado, lo que ha hecho que haya tenido que simplificar en exceso. Y por supuesto jamás podré agradecer lo suficiente a Santiago, Obdu y Ele la oportunidad que me dieron al invitarme al restaurante. Soy un afortunado...Lo sé.
Y ya para terminar de hacer interminable mi primer post (así seguro que no consigo ni un lector) os voy a dejar una recomendación musical. Y que mejor que Muse para comenzar este viaje.
Bueno, pues al final me he animado. Supongo que a nadie le debería interesar mucho lo que yo cuente pero voy a intentarlo a ver que pasa. La idea es fácil, voy a hablar de lo que me gusta: comida, música y de vez en cuando cine y literatura.